Desigualdad amenaza la democracia en AL

Desigualdad amenaza la democracia en AL

MÉXICO (EFE).- La democracia que con tanto esfuerzo conquistaron en los ochenta la mayoría de los países latinoamericanos está «en riesgo» debido a la creciente desigualdad que se expande por el subcontinente.

   Así lo señaló ayer el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, al concluir el seminario «Democracia, Política y Estado», que reunió durante dos días en la capital mexicana a 300 políticos, académicos y delegados de organizaciones civiles de la región.

   «La democracia electoral conquistada con el sacrificio de las generaciones que sufrieron el autoritarismo se encuentra hoy en riesgo, pues no se ha reflejado en mejores condiciones de vida para la población», afirmó.

   La mayoría de las naciones de América Latina padecieron dictaduras militares en los años setenta que en los ochenta fueron reemplazadas por regímenes democráticos.

   Sin embargo, según concluyó el foro organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Cancillería mexicana, estas democracias jóvenes todavía no se han consolidado y les falta avanzar de una democracia meramente electoral a una más plena.

   «Democracia plena exige una política económica estable y equitativa, que genere crecimiento y empleo, derechos sociales y económicos efectivos, seguridad e igualdad de oportunidades», enfatizó Derbez.

   Advirtió de que la estabilidad de estas democracias depende de la efectividad de los gobiernos democráticamente elegidos para hacer frente a la desigualdad «con políticas y reformas institucionales audaces, responsables y realistas».

   Una encuesta que aparece en el informe del PNUD sobre la democracia en la región, presentado en abril pasado en Perú, da cuenta de la frágil «salud» de la democracia en la región.

   El 40 por ciento de los encuestados consideró que puede haber democracia sin partidos políticos, el 42 por ciento acepta el hecho de que los presidentes no respeten las leyes y el 54 por ciento dijo que estaría dispuesto a aceptar un gobierno autoritario si resolviera los problemas económicos.

   La directora regional para América Latina y el Caribe del PNUD, Elena Martínez, señaló las carencias de la democracia en la región, como la poca participación ciudadana, el escaso nivel de desarrollo económico, la pobreza y la alta desigualdad a todo nivel.

   «La crisis de credibilidad y confianza en el ejercicio de la democracia está vinculada a la incapacidad de la política, que no ha podido establecer mecanismos que ayuden a enfrentar estos retos», dijo.

   Latinoamérica es una de las regiones más desiguales del mundo. El 5 por ciento más rico recibe el 25 por ciento del ingreso nacional, mientras el 30 por ciento más pobre accede solamente al 7,5 por ciento de la riqueza.

   El 10 por ciento más rico de la población tiene ingresos superiores en 17 veces a los del 10 por ciento más pobre, proporción que se estrecha a 7 a 1 en los países desarrollados.

   Martínez destacó la necesidad de concebir una política económica compatible con la expansión de la democracia y que no niegue el mercado, sino reconocer la variedad de opciones que existen y buscar fórmulas de distribución que rompan el círculo que polariza a la sociedad y debilita a la democracia.

   Señaló que hay que buscar una política que impulse el desarrollo, la seguridad jurídica y física, la inclusión y la cohesión social, así como la inserción en los mercados mundiales.    Entretanto, Derbez instó a los gobernantes a «evitar caer en la tentación de enfrentar la pobreza distribuyendo prebendas».

   Dijo que ello representa «el espejismo populista que ya vivimos en nuestra región, populismo que nos ha conducido una y otra vez a mayor miseria y polarización social».

   Las desigualdades tienen que combatirse generando oportunidades de acceso a la salud, alimentación, vivienda, seguridad social y educación», concluyó. EFE

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