Al no recibir orientación adecuada pierden tiempo y dinero y deben viajar a pueblos lejanos sin necesidad alguna
La falta de orientación de la Junta Central Electoral a los ciudadanos que requieren servicios, les hace perder tiempo y dinero.
El caso de Juan Miguel Gómez es uno de esos ejemplos de cómo una información errada pone a la gente a “loquiá”.
Su proceso fue una espera tediosa en la primera fase. La corrección de un nombre implicó que después de obtenida la sentencia del Tribunal Superior Electoral, el organismo tardara casi tres meses en asentarla, cuando el plazo que dio era de uno.
“Dos veces me hicieron ir a la sede principal y la segunda me dijeron que ya la sentencia estaba escaneada, que fuera al pueblo donde estoy declarado, a cinco horas de la capital y que incluso si no tenía el recibo original, llevara a mi abogado”, narra.
Más, cuando llegó a la oficialía, el oficial civil le aclaró que no era necesario asitir, que bastaba con enviar a pagar un impuesto y después solicitar el acta de nacimiento en cualquier ciudad ¡Encima debía retornar ese mismo dia para laborar en la tarde!
Con la cédula
A Leyla la emoción de tener su primera cédula la llevó a una oficina de servicios cercana a su casa.
Le dijeron que debía sacar un acta con ese fin pero ahí aún no la entregaban, porque eran nuevos, solo daban el documento de identidad y electoral, que fuera a otro lado a buscarla y la llevara.
Ocurre que en el otro centro le indicaron que solo debía ir con el número de libro y folio y ya.