SANTIAGO.- Varias familias dejaron abandonados sus propiedades cultivadas de café y otros productos este fin de semana, al salir aterrorizados por los deslizamientos de tierra que se han producido en la Cordillera Septentrional.

Muchas de las familias se alojaron en viviendas de familiares al igual que otras 22 que abandonaron sus casas días antes de los deslizamientos que se produjeron en Palo Quemado.

La mayoría de esas familias han perdido sus casas y parte de sus predios sembrados por los hundimientos y deslizamientos de tierras que han lanzado abajo montañas en el centro de la cordillera.

Parte de las minas de ámbar de Los Rincones quedó bajo un montón de tierras cuando una de las montañas de la cordillera se fue abajo; este movimiento destruyó el camino de acceso a ese paraje.

Según técnicos en geología, esas zonas se han tornado muy peligrosas «que pueden ceder en cualquier momento y causar una gran tragedia».

El Comité Provincial de la Defensa Civil, recomendó el desalojo de las familias que viven en zonas vulnerables, mientras que el gobernador instruyó a un equipo técnico evaluar el caso para determinar cuántas familias tienen terrenos en otras zonas peligrosas para trasladarlas a áreas más seguras.