Hoy 
Desmontar el subsidio eléctrico reduciendo costos y pérdidas. En función del gradual aumento trimestral de la tarifa por suministro de electricidad que en este mes propina otro golpe, el cliente que paga fielmente el servicio seguirá recibiendo de manera desproporcionada las consecuencias de un desequilibrio financiero sistémico para el que deben procurarse soluciones de más amplia participación.
La falta de retorno por energía servida y no pagada procede en gran parte de pérdidas técnicas sin resolver porque los que mandan se apartaron del correspondiente plan maestro, lo que conduce injustamente a recargar demasiado al consumidor.
También por las que devienen de fraudes y exorbitantes conexiones sin medidores incluyendo fábricas medianas y pequeñas que llenan traspatios para escapar de control y que por ser numerosas causan un gran hoyo a las EDE.
Escapa también a las responsabilidades del usuario del montón el alto costo por generación contratada muy a favor del sector privado al que se le permitió fijar condiciones y se le garantiza privilegiadamente alta rentabilidad y prontitud en honrar cuentas por pagar. Todo un negociazo mientras el barco se hunde.
La iliquidez de los entes de intermediación energética a cargo del Estado debería ser enfrentada sin una alta cuota de sacrificios para las familias y los correctos medios de producción que se someten a las reglas del mercadeo para hacer posible que siga fluyendo la electricidad, incluso para aquellos que se la roban… y se ríen.
