POR TANIA HIDALGO
Impotencia, desesperanza y desolación se refleja en los residentes del sector Moscú de San Cristóbal, donde 1,200 familias perdieron sus ajuares, luego de que sus viviendas fueran inundadas a nivel del techo.
En este sector las personas sólo atinan a comentar entre unos y otros como las cosas obtenidas con tanto esfuerzo se desaparecieron de la noche a la mañana.
De acuerdo a Radhamés Castillo, presidente de la junta de vecinos, muchas familias se resisten a albergarse en los refugios por temor a perder lo poco que les queda.
La situación es completamente crítica, porque nunca habíamos visto tanta desgracia, precisó Castillo al tiempo de pedir la intervención del gobierno.
Aunque en la zona no se registraron pérdidas humanas, Castillo se queja amargamente de su desgracia y la de sus vecinos.
REFUGIADOS
Cuarenta y ocho familias se encuentran refugiadas en la escuela María Trinidad Sánchez del sector, incluyendo decenas de niños, que inocentes e indiferentes corretean de un lado para otro. Algunos han tenido que dormir en el piso, mientras otros han amanecido en colchones que pudieron salvar de los torrenciales aguaceros ocasionados por la tormenta Noel.
Medicamentos
En tanto, la doctora Eva Espinal, médico general de la unidad de Atención Primaria del sector Moscú, dijo que están esperando por medicamentos para poder atender la demanda de los residentes de la zona. Estamos esperando que las autoridades competentes traigan los medicamentos, porque al parecer le ha resultado un poco difícil, dijo.
Asimismo, informó que se han registrado algunos casos de niños con fiebre, aunque descartó que se trate de dengue.
Espinal expresó que hasta el momento solo se han presentado pequeños casos de heridas leves causadas por fragmento de vidrios y hojas de zinc.
Mientras que los refugiados en la escuela María Trinidad Sánchez pidieron a las autoridades del Gobierno ir en su auxilio, ya que carecen de colchones, medicamentos, ropas, comida y otras facilidades que les ayude a recobrar la normalidad.