Desde niño hemos oído llamar a la Policía Nacional la institución del orden, pero de un tiempo a esta parte, esa entidad ha devenido en un desastre, en que ya no inspira el respeto de años atrás de la población. De ser la institución de orden, la Policía Nacional se ha convertido en desorden, y una deshonra para el pueblo dominicano.
Manoguayabo es un populoso poblado de Santo Domingo Oeste, surgido de la división a que fue sometido el Distrito Nacional. Pobladores de este lugar, viven con “el grito al cielo”, debido al desorden que existe en el desenvolvimiento del tránsito vehicular en sus entornos.
El problema es tan agudo que cuando un munícipe solicita el servicio de un taxi, las centrales de ese servicio alegan no tener vehículos en ese momento, ya que se niegan entrar a Manoguayabo por el caos existente por los largos y tediosos taponamientos.
Últimamente, los taponamientos en la vía principal de Manoguayabo (avenida Los Beisbolistas) se han agudizado, debido al desorden existente día por día en el destacamento policial del referido sector, ya que los primeros en hacer desorden, son los propios agentes policiales al estacionar sus vehículos a ambos lados de la estrecha vía, justamente frente al recinto policial.
Mediante cartas, mensajes por redes sociales y otros medios, residentes en Manoguayabo y sectores aledaños han solicitado la intervención del director general de la Policía, mayor general Edwar Sánchez y del director de DIGESETT, para que se resuelva el problema, pero hasta el momento no han recibido una respuesta satisfactoria.
Otro problema que agobia al populoso sector es el cruce de vehículos pesados por el centro de la población, pese a una resolución del Ministerio de Obras Públicas que prohíbe el paso de esos vehículos por la referida vía. Esperemos.