SANTIAGO.   El centro de la ciudad  se  ha convertido en un verdadero caos vehicular y de buhoneros, donde los transeúntes no pueden  caminar  por las aceras.

“No me gusta venir a la ciudad porque me molesta tener que caminar por las calles, ya que  no hay manera de caminar por las aceras, donde los tarantines y ofertas de la gran mayoría de las tiendas están sobre las calzadas”, dice  Marielena Rodríguez.

Otros sin embargo comentan que el daño se produce porque los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte son condescendientes con camioneros que van  y vienen con mercancías para las tiendas  y  perjudican el  tránsito por las principales calles.

La gente afirma que las autoridades dejan a los choferes que hagan  y deshagan, y provoquen taponamientos, incluso en clínicas donde hay muy poco espacio para estacionar.

Ejemplos del caos son   la calle  Duvergé, la España  y  General Cabrera y Del Sol,  “donde  hay grandes tiendas,  intocables”.

Se estacionan  en áreas prohibidas  camiones, carros privados  y de conchos, quienes se  burlan de las autoridades, no importa que haya una fluida circulación  en calles   angostas.

El irrespeto a las normas llega tan lejos que los agentes parecen  indiferentes.  Choferes  actúan sin ningún  reparo a las prohibiciones de tránsito,  muchas veces en las “propias narices” de los agentes violan la ley.