MIAMI (AFP).- Miles de puertorriqueños se preparan como si fuese a pasar un huracán por la isla caribeña ante el anuncio del gobierno de cesar operaciones por dos meses, medida que busca paliar un déficit de más de 700 millones de dólares pero que provocará el despido temporal de más de 200.000 personas.

“Todas las agencias del gobierno central (…) se quedarán sin presupuesto y sin empleados a partir del lunes”, dijo en un mensaje al país el martes por la noche el gobernador Aníbal Acevedo Vilá, advirtiendo del cierre.

Agregó que sólo permanecerán abiertas ciertas dependencias “en las áreas de seguridad, salud y algunas que dan servicios gubernamentales esenciales, que se mantendrán total o parcialmente abiertas”.

Una profunda crisis fiscal con un déficit de 738 millones de dólares, y un conflicto político entre Acevedo Vilá y el Parlamento opositor, que se niega a aprobar un préstamo para cubrirlo, podrían provocar el cierre temporal y dejar en la calle a más de 200.000 personas si no se aprueba el préstamo antes del próximo domingo.

El cierre “ocurre en medio de un debate legislativo sobre una reforma fiscal y la aprobación de un impuesto a las ventas para resolver los crónicos déficit presupuestarios del territorio”, indicó en una nota informativa el analista Horacio Aldrete, de Standard & Poor’s.

“Aún no se sabe si habrá un consenso en el Congreso para aprobar la cantidad solicitada”, agregó Aldrete, explicando que el cierre afectará, entre otros, a los estudiantes de las más de 1.500 escuelas del país y a 75.000 empleados del departamento de Educación, la mayor dependencia del gobierno.

Otros 200.000 empleados gubernamentales podrían quedar desempleados temporalmente por el cierre si la Cámara de Representantes no aprueba el préstamo de 738 millones de dólares solicitado por Acevedo Vilá, que incluye 100 millones de dólares semanales para pagar las nóminas gubernamentales.

El conflicto tiene que ver con una propuesta de Acevedo Vilá para imponer un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 7%, mientras los opositores sostienen que aprobarán sólo uno de 4%, y diferencias entre ambos por la aprobación de una reforma fiscal.

“Todas mis propuestas han sido rechazadas por la Legislatura. Todas. Llevamos más de un año de reuniones y discusiones con el liderazgo legislativo. Tienen la solución sobre la mesa y se niegan a actuar”, dijo el gobernador en su mensaje.

Ante la amenaza y como ocurre antes de que llegue un huracán, miles de personas abarrotaron el martes supermercados y estaciones de gasolina, alimentados por rumores sobre una presunta escasez del combustible, que los comerciantes tratan de desmentir.

“Lo que está pasando es producto de rumores. No es cierto de que haya alguna escasez (…) la propia gente ha creado la crisis, es la histeria”, dijo a un diario local el presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina, Jorge L. Lebrón.

Decenas de sindicatos, por su parte, anunciaron protestas en todo el país a partir del viernes hasta la semana próxima, entre ellas marchas entre el Parlamento y la mansión ejecutiva en la capital, San Juan, y protestas el 1 de mayo en escuelas en toda la isla.

También exhortaron a los ciudadanos a dejar de pagar préstamos, hipotecas y tarjetas de crédito ante la imposibilidad de cobrar sus salarios, si se da el cierre.