Despiden a Hipólito con honores militares

Despiden a Hipólito con honores militares

POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Hipólito Mejía fue despedido ayer en el Palacio Nacional con honores militares que le rindió un batallón de la Guardia Presidencial. En la ceremonia estuvo ausente la mayoría de los miembros del gabinete y otros colaboradores del mandatario.

Apenas seis funcionarios civiles, entre ellos su hermana Isabel Mejía y su cuñado, el secretario de la Presidencia, Sergio Grullón, Hernani Salazar, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores del Estado, Luis González Fabra, director de Prensa del Palacio Nacional, y el Subdirector Lucildo Gómez, así como el embajador Fausto Sicard Moya, director del Ceremonial y Protocolo.

Mejía llegó al Palacio junto al jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, mayor general Carlos Díaz Morfa, a las 4:45 de la tarde, 15 minutos antes del comienzo de la ceremonia militar y hubo de esperar que las tropas se formaran.

Los honores incluyeron el Himno Nacional interpretado por la banda militar y un  pase de revista a la tropa por parte del presidente Mejía, acompañado de Díaz Morfa y del coronel Sergio W. Ferreras Guzmán, quien comandó el batallón.

Héctor Valdez Rosa (Quinquín), un funcionario del Palacio, lloró a la llegada del presidente Mejía a la explanada frontal del edificio. Más tarde, entregó una tarjeta al mandatario en la que decía: “!Aquí estoy como la primera vez! Con Lealtad, su hijo, Quinquín”. Al momento de iniciarse la ceremonia militar de despedida, solo una cámara de la televisora TeleAntillas estaba captando el momento.

La despedida solo registra el precedente de Salvador Jorge Blanco, a quien un batallón de la Guardia Presidencial le rindió similares honores la mañana del 16 de agosto de 1986, previo a su partida a la sede del Congreso a entregar el mando a Joaquín Balaguer.

El coronel Ferreras Guzmán, que comandó el batallón a cargo de los honores, pareció olvidar momentáneamente el nombre del presidente Mejía cuando le invitaba a realizar el pase de revista a la tropa. Calló por algunos segundos después de identificarse y proceder a invitar “Señor Presidente, ingeniero agrónomo…”

En ese trance, el doctor Franklin Guerrero, fotógrafo de este diario, murmuró a distancia al coronel el nombre del mandatario.

Mejía, quien vestía de traje oscuro, recibió posteriormente al Príncipe de Asturia, Felipe de Borbón, con quien conversó en privado por cerca de una hora. Al final del encuentro, el Presidente visitó brevemente su despacho y se retiró de Palacio a las 6:25 de la tarde.

Habían surgido rumores de que los miembros del gabinete y directores generales de instituciones del Estado acudirían al Palacio Nacional para abandonar la sede del gobierno junto al jefe de Estado. Las versiones fueron negadas por varias fuentes.

En la mañana, el presidente Mejía acudió al Palacio Nacional para recibir, a partir de las 11:00 de la mañana, las credenciales de más de una veintena de delegaciones extranjeras asisten en calidad de invitadas a los actos de transmisión de mando.

Más tarde, ofreció un almuerzo en el salón comedor de la tercera planta a cuatro jefes de Estado y de gobierno y las primeras damas de Chile y Perú.

El acceso al Palacio Nacional estuvo restringido durante todo el día de ayer.

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