Despiden con honores restos de Fabio Herrera

Despiden con honores restos de Fabio Herrera

Fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Redentor los restos del ex vicecanciller Fabio F. Herrera Cabral, durante una ceremonia en la que una compañía mixta de las Fuerzas Armadas le rindió honores militares y amigos y familiares destacaron su limpia trayectoria de servidor público durante más 60 años.

Desde las 11:30 de la mañana de ayer, los restos de Herrera Cabral descansan al lado de los de su primera esposa, Dolores Miniño, fallecida el 18 de abril de 1986.

En la capilla La Paz de la Funeraria Blandino, donde estuvieron expuestos sus restos desde el pasado domingo cuando se produjo su deceso, acudieron numerosas personalidades, entre ellas el vicepresidente Rafael Alburquerque y su esposa Martha, el doctor Donald Reid Cabral, el ingeniero Eduardo Estrella; los embajadores Jesús María Hernández, Pedro Blandino, Francisco José Nadal Rincón y Ciro Amaury Dargam; Henry Mejía, dirigente del PRSD; la doctora Zoila Medina, ex fiscal del Distrito; Miguel Franjul, director del Listín Diario. Además, Euclides Gutiérrez Félix, superintendente de Seguros; Pedro Romero Confesor, juez de la Suprema Corte; Arturo Valdez, directivo de la Cámara de Comercio Dominico-Americana.

Antes de partir el cortejo fúnebre, se celebró una misa de cuerpo presente oficiada por el padre Néstor Pazos. En su homilía el sacerdote elogió las cualidades del fenecido, su amor a la familia y sus largos años de servicio a los mejores intereses de la nación. Afirmó que «Fabio Herrera Cabral vivió la vida que quiso vivir.» Durante el servicio religioso se leyó el artículo que dictara Herrera Cabral un día antes de su fallecimiento para ser publicado en HOY.

Familiares y amigos de Herrera Cabral se turnaron para recitar emotivas peticiones durante la «Oración de los Fieles».

HONORES EN EL CEMENTERIO

El cortejo fúnebre llegó al cementerio Cristo Redentor a las 11:00 de la mañana franqueado por unidades de la Policía Metropolitana y seguido por hijos, hermanos, nietos, biznietos y amigos.

A la entrada del camposanto esperaba la guardia de honor que de inmediato dio el toque de silencio, una presentación de armas y tres floreos, seguidos por ojos atentos de una multitud que aunque serena, lloraba en silencio la partida de Herrera Cabral.

Después de los honores militares, sus restos fueron conducidos hasta su última morada, donde pronunció el panegírico el ex canciller Juan Arístides Taveras Guzmán.

Taveras Guzmán dijo que con la muerte de Herrera Cabral el país perdía a uno de sus hijos más honestos, un servidor leal y a un consejero experimentado que supo conducir con esmero todas las misiones que la República Dominicana puso en sus hombros.

Pidió a sus hijos: Fabio Rafael y Altagracia Marina Herrera Miniño, así como a su viuda Sara Cruz viuda Herrera y a sus nietos y biznietos que atesoren el legado de honor y honradez de Fabio Herrera.

Relató que en las oportunidades en que tuvieron que cumplir juntos misiones en el extranjero, Herrera Cabral demostró que era un maestro de las relaciones internacionales y un consagrado defensor de su patria.

Luego de las palabras de Taveras Guzmán se escuchó la voz entre sollozos de la joven María Gracia Valdez Herrera, biznieta de Herrera Cabral, quien expresó su pesar por la partida de un hombre que le era tan familiar, tan tierno y fuente de conocimiento viviente y de utilidad permanente.

Dijo que ella, como otros de sus descendientes, se habían preparado para ver a su bisabuelo postrarse agonizante largos días antes de morir, pero su sorpresa fue que pasó de una vida plena a la muerte sin mayores sufrimientos. Mientras la joven leía sus líneas, una cadena de lágrimas recorría en círculo la tumba donde descansa ya Fabio F. Herrera Cabral.

Fabio Rafael Herrera Miniño, en nombre de toda la familia, dio las gracias a todos los presentes y a las personas que por todos los medios expresaron su solidaridad ante la partida de Herrera Cabral.

La ceremonia terminó con un toque de corneta a cargo de un oficial del Ejército Nacional.

ASPECTOS DE SU VIDA

Herrera Cabral fue un fino diplomático que sirvió al país como embajador en Argentina y España, y prestó valiosos servicios en la relación de la República Dominicana con Estados Unidos, Haití y Cuba.

Miembro de una distinguida familia de periodistas, escritores y comerciantes banilejos, don Fabio nació el 2 de marzo de 1908 en Baní. Era el hermano mayor de Rafael, César, Fernando y Ramón Herrera Cabral, todos ejercieron el periodismo y sirvieron a Baní y al país con dedicación y honradez.

Ejerció el periodismo inicialmente en Ecos del Valle y otras publicaciones de ese municipio, luego fue corresponsal, agente y columnista de El Caribe durante muchos años.

Herrera Cabral fue síndico y gobernador de Baní, al igual que el primer gobernador de la hoy provincia María Trinidad Sánchez.

Como principal dirigente del Partido Dominicano y síndico de Baní, envió un temerario telegrama a Trujillo en el que le advertía que si se materializaba el propósito de utilizar las tierras de los agricultores de Matanzas para cultivarlas de caña, Trujillo sería recordado en esa zona con más desprecio que el gobernador Osorio, porque sería imperdonable que un valle rico y productivo lo convirtiera en un batey.

En su carrera diplomática fue vicecanciller y entró en contacto con numerosas personalidades, incluido el entonces presidente George Bush, los reyes de España, el papa Juan Pablo II.

Sus discursos en la Asamblea General de Naciones Unidos fueron resonantes por su defensa de la soberanía nacional y a favor de una solución democrática y duradera para la crisis haitiana.

En el país resistió las presiones de las grandes naciones que querían imponer una cuota de miles de refugiados haitianos en el territorio dominicano, así como el propósito de desmantelar las Fuerzas Armadas dominicanas luego de que Haití disolviera las suyas.

En uno y otro caso, Herrera Cabral mantuvo una actitud inflexible que influyó en todo el gobierno dominicano y los propósitos de los países «Amigos de Haití» no pudieron materializarse.

Pocas horas antes de morir dictó un artículo para ser publicado en la prensa escrita en el que formula un llamado a la juventud para que reencamine sus pasos para salvar la patria ante los peligros que la amenazan.

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