El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abréu, consideró ayer que la cancelación de 241 trabajadores por parte de la minera Barrick Pueblo Viejo no fue por “una reestructuración en la empresa”, sino un pretexto para debilitar al sindicato.
Expresó que cuando se realiza una reducción de personal, los trabajadores extranjeros deben ser los primeros en ser afectados, pero la minera no ha hecho eso.
Recordó que la minera está sometida ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por violar los convenios 87 y 88 de libertad sindical y negociación colectiva.
Expresó que no ha valido diálogo ni intermediación para que la minera permita la libertad sindical.
Recordó que como consecuencia del sometimiento a la minera ante la OIT se creó una comisión tripartita, conformada por el CNUS, el sindicato de trabajadores de la Barrick, un mediador neutral y el Ministerio de Trabajo.
Expresó que en una de esas reuniones se acordó que cuando hubiera cancelaciones habría una comunicación a esa instancia, pero la minera no ha cumplido con eso.