Despliegan campaña para atraer inversión extranjera

Despliegan campaña para atraer inversión extranjera

POR MANUEL JIMÉNEZ
“Back Business” no es tan solo la consigna con la que República Dominicana busca mostrar al mundo su “vuelta a los negocios”. La frase, acuñada en las campañas internacionales de promoción del país, es el símbolo de apoyo a las acciones que se están tomando para lograr un cambio radical de la base productiva nacional.

Eddy Martínez, director del Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD), es una pieza clave en la estrategia diseñada por el presidente Leonel Fernández, que busca que al final del presente cuatrienio el país pueda acumular unos US$5,000 millones en inversiones.

“Nosotros, bajo el lema de alcanzando el futuro, estamos lanzando una estrategia que se fundamenta en la visión del presidente Leonel Fernández, de un país más moderno, de un país con una base productiva orientada hacia la innovación, la capacidad del talento, la destreza y el conocimiento en cuanto a la producción”, dijo Martínez.

Esa estrategia esta orientada también hacia  la utilización de la tecnología de la información emergente en el mundo para poder ofrecer servicios y productos que puedan penetrar los mercados internacionales, particularmente  Estados Unidos, la Unión Europea y Asia con un mayor valor agregado, agregó el funcionario.

Newlink, una firma de estrategia de comunicación establecida en Miami, decía recientemente que  “cuando se piensa en República Dominicana, lo primero que  viene a la mente son sus playas de agua turquesa, el merengue y una piña colada debajo de una palmera”, pero Martínez dice que el plan lanzado busca atraer inversiones extranjeras en sectores que nada tienen que ver con el turismo, la caña de azúcar o el banano.

Se están ofreciendo nuevos incentivos a las empresas extranjeras de tecnología para que instalen sus plantas y “call centers” (centros de atención al cliente) en el

país, pero  a diferencia de lo que sucede en otros países del Caribe y Centroamérica, la estrategia no incluye ofrecer mano de obra barata como la que trabaja en las zonas francas, aclaró.

“La idea es que estas empresas puedan contar con sofisticados empleados que dominen, tanto el español como el inglés y sean capaces de ofrecer soporte técnico a usuarios o resolver cualquier consulta técnica que hagan los clientes en cualquier parte del mundo”.

Martínez sostiene que el país cuenta ya con la infraestructura necesaria para soportar la diversificación de la inversión extranjera, como son sus excelentes empresas de servicios de telecomunicaciones y en el campo educativo está impulsando reformas para mejorar la calidad de la educación, tanto de nivel básico como universitaria.

En este orden, agregó, se ha puesto en marcha un plan de educación especializada con énfasis en inglés, combinado con la instrucción en técnicas de computadoras, con el cual se pretende preparar a 100,000 jóvenes para que puedan responder a la demanda laboral que se abriría una vez comience a instaurarse la presencia de inversionistas extranjeros.

“Esa es la estrategia que tenemos para aumentar la calidad del empleo y el valor de las exportaciones”, dice Martínez, quien aclara que las inversiones que se procuran están  esencialmente orientadas hacia la exportación.

 “Hemos identificados sectores específicos para atraer la inversión, pero que esa inversión esté fundamentalmente orientada hacia los mercados de exportación y que incorpore el enlace con la producción local, de tal manera que la pequeña y mediana empresa puedan suplir productos de mayor calidad, partes, piezas y componentes para que se pueda crear realmente una especie de cadena de suministros que es lo que al final te crea empleo y desarrollo económico”, sostuvo Martínez.

Con el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLAS) está implementando varios proyectos específicos en las áreas de robótica, mecatrónica, micro electrónica y biotecnología, en coordinación con la universidad de Stevens, New Jersey.

Se busca también promover un área de software y una academia de Carl Center, así como otros programas destinados a responder la demanda que se generaría, explica Martínez.

LA ESTRATEGIA

“Estamos lanzando toda una campaña que se enmarca en lo que será una estrategia de marca-país, en el cual se insertan los diferentes sectores, incluyendo el turismo, la manufactura, los productos de exportación agrícola, todo eso dentro de un concepto sombrilla, primero República Dominicana y luego cada una de sus partes”, explica.

Dentro de esta estrategia se está constatando directamente por primera vez a las empresas desde el país. “No esperamos que ellas vengan, sino que las llamamos”, explicó Martínez.

Se están promoviendo inversiones en renglones como la manufactura de alta tecnología, que incluye la parte de electrónica, de componentes eléctricos, equipos médicos, auto-partes y piezas para la industria aeronáutica, explicó el funcionario.

Igualmente, se está propiciando una mayor participación de República Dominicana en las ferias internacionales, y se busca, según Martínez, que para el 2006 el país eleve de 5 a 20, su participación en ferias internacionales de negocios y promoción de inversiones.

Además, se promoverán las ferias que se celebran a nivel local para que  vengan compradores internacionales interesados en los productos de confección nacional, dijo.

Para Martínez, lo importante es que ya se ha logrado despertar el interés en República Dominicana por parte de los inversionistas internacionales.

Martínez dijo que su agenda para el próximo mes de abril estará bastante cargada, pues ya tiene citas para misiones de empresarios de Israel, de Taiwán, de la Coruña, Venezuela y Colombia, algunas de las cuales ya han hecho ofertas concretas de inversiones.

Estas ofertas están en las áreas de biotecnología, manufactura y agroindustria, dijo Martínez.

Simultáneamente con esta estrategia de promoción, explicó, se garantiza al inversionista un marco legal de garantía a sus inversiones.

En este orden, manifestó que se han contratado consultores extranjeros para promover reformas a la ley de inversión extranjera, en aquellas áreas que así lo ameriten, como por ejemplo, el sistema de obras bajo concesión.

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