Devastadores son los efectos del coronavirus en la economía mundial. Lo dicen cifras recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial, Consensus Forecasts, de la OCDE y la CEPAL.
Los datos del FMI, en 2020 la contracción es inédita, de -4.4%, con recuperación de 5.2% en 2021. El desplome de -4.3% de la economía de Estados Unidos, con crecimiento de 3.1% en 2021, no recupera el PIB de 2019 hasta 2022.
Lo que no comparte la Reserva Federal, para 2020 proyecta menor contracción, de -2.45%, con recuperación en 2021 con crecimiento de 4.2%, aunque la epidemia está fuera de control de las autoridades sanitarias, los muertos superaron la barrera de los 300.000 la semana pasada, con una media de 200.000 nuevos contagios al día.
La FED lo reconoce: “el camino por delante sigue siendo muy incierto, el rumbo dependerá de la evolución del coronavirus”. También de que hogares y empresas continúen contando con apoyo fiscal, el Congreso estadounidense discute un nuevo paquete de ayuda por US$900.000 millones, se sumaría al primer paquete de estímulos de US$2.2 billones aprobado a finales de marzo.
En lo monetario, la Reserva Federal fijó su hoja de ruta de corto plazo, “para impulsar el flujo del crédito a familias y negocios” comprará deuda por US$120.000 millones al mes, considera que es la herramienta más directa que tiene para influir en la economía, y mantendrá deprimido el precio del dinero, desde marzo la tasa de referencia se sitúa en el rango de 0-0,25%.
El peor dato es para América Latina y el Caribe, en -8.1% el FMI sitúa la caída de 2020, el PIB aumentara 3.6% en 2021, para recuperarse tardara hasta 2023. La CEPAL pronostica que el Caribe será la subregión de mayor contracción, de -7.9%, con crecimiento de 4.2% en 2021, insuficiente para recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia.
Según el FMI, el PIB de República Dominicana se contrae -6.0% y crecerá 4.0% en 2021, lo que no comparto, a pesar de la cruda realidad económica mundial y regional, los modelos de proyección que he revisado contemplan una recuperación intensa del PIB en 2021, con crecimiento alrededor de 6.0%.
Se apoyan en la efectividad de las políticas anticíclicas vigentes. Por el lado fiscal, el gobierno central opto por mantener la ambiciosa política presupuestaria, por primera vez el gasto superara el billón de pesos.
Y antes el hundimiento de la confianza del consumidor y la producción a nivel mundial, recordemos en abril nuestro PIB se desplomo -29.8%, la política monetaria inyecto la liquidez necesaria para ampliar la potencia crediticia de la banca, y evitar sequía paralizante del consumo de los hogares y del sistema productivo.
El aumento de la liquidez y la reducción de la tasa de política monetaria en 150 básicos, de 4.50% a 3.00% anual desde el mes de abril, cambiaron de ascendente a descendente la orientación de la tasa de interés activa, reduciéndose el margen de intermediación en 140 puntos básicos al mes de noviembre.
Resumiendo, la política fiscal contra cíclica y la política monetaria ultra expansiva, recondujeron el desastre económico que nos trajo la pandemia, evitaron la catástrofe observada en otras economías, preservando la demanda agregada como motor del crecimiento del PIB.