Despradel: un diputado nacional radical

Despradel: un diputado nacional radical

Fidelio Despradel Roques es un comunista radical. El 16 de agosto entrará al Congreso de la República como diputado nacional por el progresista partido Alianza País, con el apoyo de 83,926 votantes.

Los números de Despradel son 56 años de lucha revolucionaria, militante activo y secretario de organización de la agrupación política Movimiento 14 de Junio con su líder y amigo Manolo Tavárez Justo en 1960. Participar en la Guerra de Abril de 1965, padecer 11 apresamientos ordenados en tres gobiernos dominicanos, iniciar la carrera de arquitectura y abandonarla por la represión política del dictador Rafael Leónidas Trujillo, escribir más de 30 libros, uno de ellos sus memorias, y procrear tres hijos.

El político se prepara para hablar con el país, plantear sus posiciones con firmeza y ser consecuente con el programa de Alianza País, en cuatro puntos: defender el agua por encima de todo, ya que está afectada por la mega minería y por los miles de permisos para la extracción de materiales de los ríos desde hace 12 años.

Promover la revisión del Tratado de Libre Comercio, por perjudicar a los agricultores dominicanos; y luchar contra el endeudamiento del país. “El país ya debe treinta y pico de miles de millones de dólares. Es imposible seguir endeudándose. Debe auditarse el uso de los Bonos Soberanos”. Otro aspecto es plantear la organización de las mujeres para frenar la violencia, la igualad de salarios y que las madres tengan derecho al aborto terapéutico, cuando su vida corra peligro, por malformación del feto o la violación sexual.

Despradel cree que se requiere casi de una revolución para que todos los dominicanos tengan seguridad social, educación de calidad, llevar los corruptos a la cárcel y obligarlos a devolverlo lo que se robaron y cambiar la Policía Nacional. Integra el equipo de su labor legislativa.

“Voy al Congreso a denunciar todo lo que es incorrecto para la República Dominicana”, como primer militante de la izquierda con una diputación lograda por las fuerzas de su propio partido, el cual este año postuló a la presidencia de la República a Guillermo Moreno, abogado que conoció en 1981 en el Movimiento Por el Socialismo (MPS).

Considera que el país aparenta prosperidad con la corrupción más grande de América Latina, el 80% de la gente que vive mal; en los últimos 12 años no se construye una gran industria, hospitales sin medicina.

“Los jóvenes no tienen perspectivas. Ser joven es soñar con hacerse rico a como dé lugar”. Está convencido de que el presidente Danilo Medina compró su reelección.

Imperialismo. Despradel afirma que el país vive las consecuencias de quienes ganaron y perdieron el poder de gobernar en la Revolución de Abril de 1965. Ganó la oligarquía, los norteamericanos y “las fuerzas que querían conducir al país a este infierno, porque la república es un infierno, menos para un sector de clase la oligarquía”.

Este comandante de las luchas guerrilleras en Las Manaclas -1963-, asegura que Tavárez Justo fue el revolucionario más grande. Fue amigo del militar, héroe y expresidente Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Expresa que no es suficiente que la Organización de Estados Americanos (OEA) pida disculpas a la República Dominicana por apoyar la segunda intervención militar en 1965, por seguir como instrumento de los norteamericanos”.

A su juicio, el país paga las consecuencias de no consumar la revolución democrática del pueblo que defendió la soberanía en 1965.

Cree que la Revolución no hizo aportes, ya que la nación involucionó. Dice que a base de asesinatos y fuego Trujillo construyó un país de fuertes industrias, grandes haciendas, moneda nacional, el 53% del capital nacional, 12 ingenios y planta eléctrica, patrimonio que pasó al Estado en la Revolución, pero los norteamericanos torcieron el rumbo que el país.

Culpa de los gobiernos. Afirma que Joaquín Balaguer dirigió el primer gobierno que sirvió a los intereses de los norteamericanos y que los tres gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) son los peores por tanta corrupción y antivalores.

Sostiene que Antonio Guzmán intentó un gobierno progresista y a Salvador Jorge Blanco, los norteamericanos le impusieron el neoliberalismo. De Hipólito Mejía, ve que cometió una serie de errores. “Todas las cúpulas partidarias desde Balaguer ha servido a la clase dominante”.

Nuevos tiempos. Despradel siente la vagancia de no seguir el rigor de levantarse a las 5:00 a.m., y trabajar a las 7:00 a.m. No hace otra cosa que militancia revolucionaria desde 1954, cuando a los 22 años, lo apresaron en la universidad.

Su padre, don Arturo, era rector de la Universidad Presidente Trujillo. Su madre, Cristina, pertenecía a una familia antitrujillista. Creció en dos ideologías políticas y eso, contribuyó a su capacidad de calar y tolerar. “A pesar de que soy un radical”. No se concibe escritor. Más entre sus libros, figuran “Memoria de un Revolucionario”, una parte de su historia política en dos tomos. Escribe dos tomos más.

Dirigió en clandestinidad la revista marxista más importante de los 70 “Nuevo Rumbo”, un enfoque del fracaso de la izquierda y la inició con la venta del reloj que le regaló su papá. Hizo la revista “Antes del Amanecer”. Escribió “Manolo Tavárez en su verdadera dimensión histórica” y el diario de la guerrilla de Las Manaclas: “La Guerrilla que Señaló un Horizonte”, en colaboración con cuatro amigos.

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