Desprecio del oficialismo
hacia los gobernados

Desprecio del oficialismo <BR>hacia los gobernados

En estos días hemos visto los esfuerzos del Presidente de la República para enderezar  el rumbo que llevaba, en desconocer e ignorar las necesidades de la población, y en un desprecio increíble, pretendía elevarse por encima de los demás como un ser superior e inalcanzable  para los gobernados.

El cambio de rumbo de los últimos días, al reiniciar los dirigidos diálogos populares,  frenar la voracidad de la CAASD para elevar la tarifa del agua, de aceptar la realidad del descenso del precio del petróleo, el pedir   disculpas por llegar tarde a una inauguración, cuando su costumbre era aparecerse hasta con dos horas de retraso, revela que el descenso de su aceptación le ha afectado, y mucho más cuando no pudo convertir en realidad sus anhelos   de una nueva repostulación. El cambio de rumbo revela que hay en gestación una nueva maniobra política de envergadura que está relacionada con los aprestos de la campaña electoral, que ya va tomando forma.

Ese continuo maniobrar de los políticos del PLD en el terreno de la política, cuyo objetivo es no dejarse desplazar del poder, para no perder las prebendas que los lleva a creerse superiores a sus demás conciudadanos,  por tanto no les ponen atención a las quejas o recomendaciones, tanto de los sectores sensatos, o de los que desesperados solo tienen como recurso protestar en las calles y carreteras.

El crecimiento del desprecio de los funcionarios peledeístas y de sus aliados, e ignorar a la ciudadanía en sus quejas, que llevó a provocar un descenso increíble  en la aceptación que antes tuvo el presidente  Fernández, provocó en éste que decidiera sacudirse de su creencia de creer que todo marchaba bien,  para bajar al nivel de los mortales, dejando de lado sus disertaciones y su aislamiento que tanto daño le ha hecho a su partido, ahora atemorizado por el crecimiento popular  de un político que de manera nefasta hundió al país hace 7 años, y ahora amenaza por acabar con la supremacía del PLD.

El ignorar a la ciudadanía le está saliendo caro al gobierno, que creyó que si recibió el apoyo  popular en el 2004 y en el 2008, ya eran  invencibles, pero de repente, el que se realicen tantas maniobras para recuperar  la popularidad perdida, refleja serias preocupaciones por el disgusto popular generalizado desde hace tanto tiempo. Esto tiene  un costo muy elevado para los políticos,  que creían que con engañar en base a disertaciones, informes y argumentos  muy enjundiosos, era suficiente para continuar por todo el tiempo como rectores de la vida dominicana. Al menos  tienen asegurada su preeminencia política por tener el control del Congreso, de la Cámara de Cuentas, de los estamentos superiores de la Justicia, de la Junta Central Electoral y de casi todos los Ayuntamientos hasta  el 2016.

Ha sido una lección muy dolorosa para el PLD, que al persistir en su ignorancia del pueblo y solo tener sonrisas y ayudas para sus seguidores, creyeron que podían burlarse de los demás, bombardeándolos  con promesas y muchas cifras halagüeñas. Ahora se dan cuenta, que el deterioro de su popularidad, es una realidad casi irreversible, necesitada de hazañas políticas inauditas que permita rehacer la imagen de los  funcionarios peledeístas, para competir contra un partido y su candidato, que en el 2004 estaban desacreditados y pasibles de severos juicios penales. 

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