Las circunstancias que permitieron que José Bautista aún luzca un uniforme de los Azulejos de Toronto tal vez no sean del agrado del toletero dominicano.
Hace un año, Bautista era optimista sobre su futuro, asegurando que no quería saber de negociaciones durante la campaña.
Su objetivo era cuajar otra gran temporada en 2016 y sentarse a esperar buenas ofertas en la agencia libre, las pertinentes a su valor real en el mercado. Pero diversos factores conspiraron en contra del bateador con más jonrones en las mayores desde 2010 — con 249.
Acabó dos veces en la lista de incapacitados y solo pudo participar en 116 juegos en 2016. Se las arregló para acumular 22 cuadrangulares en 423 turnos y un porcentaje de embasado de .366, pero esos números no daban para posicionarle con firmeza en la agencia libre.
Además, estaba su edad (36 años), una oferta calificada que implicaba renunciar a una selección de draft, muchos bateadores derechos como él y el declive de su defensa.
Más movidos por la conveniencia que por un sincero interés mutuo y tras esperar hasta enero, Bautista acabó firmando un contrato garantizado de 18,5 millones por un año con los Azulejos, incluyendo opciones para las dos campañas subsiguientes.
Y fue así que el equipo pudo retener a uno de los dos artilleros dominicanos que les llevaron a la serie de campeonato de la Liga Americana las últimas dos temporadas, aunque el que más hubieran querido continuar desertó a Cleveland.