Después pacto educación debe seguir el fiscal

Después pacto educación debe seguir el fiscal

Con la firma esta semana del Pacto por la educación, el Gobierno y todos los sectores representados en el Consejo Económico y Social, han realizado un esfuerzo de consenso y el éxito de este ejercicio democrático debe estimular a todos los actores participantes, especialmente al gobierno del Presidente Danilo Medina, a impulsar la implementación del Pacto Eléctrico y a nuestro juicio el más importante: el Pacto Fiscal.

La firma del Pacto Nacional Para la Reforma Educativa, es un merito de la continuidad de dos administraciones del PLD (la de Leonel Fernández aprobó la END y la presente está dándole seguimiento), representa un ejercicio de consenso del Gobierno, de todos los sectores representados en el Consejo Económico y Social y de las organizaciones de la sociedad civil, como Educa, que han trabajado arduamente en pos de una mejor educación.

Lograr mejorar la calidad de la educación pública, como pretende este pacto, debe representar una suprema aspiración de los sucesivos gobiernos, de la sociedad civil, los docentes, la ADP, los padres y los propios estudiantes. Una educación pública de calidad representa la oportunidad de eliminar una de las mayores inequidades de nuestro país y además de generar los recursos humanos con la capacidad de insertarse en un mercado laboral y así romper con el círculo vicioso de la pobreza.

Los Artículos 34 y 35 de la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo dedican sendos párrafos a explicar el alcance de esas reformas y esos pactos. Sin embargo, el relativo al Pacto Fiscal es más extenso y dedica dos párrafos al tema.

“Se consigna la necesidad de que las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar, la sostenibilidad fiscal a largo plazo, mediante el apoyo sostenido a un proceso de reestructuración fiscal integral y el marco de una ley de responsabilidad fiscal que establezca normas y penalidades para su cumplimiento” (Articulo 36, END).

El párrafo único del artículo establece que en un plazo no mayor de tres años se habrá iniciado un proceso para reducir evasión fiscal, calidad y transparencia en gasto, consolidar los regímenes de incentivos, elevar la “presión tributaria para viabilizar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible en esta Estrategia Nacional de Desarrollo…”

Sin quitar méritos a la importancia del Pacto por la Educación y al Pacto Eléctrico, a nuestro juicio el más importante de todos es el fiscal, porque este permitirá elevar la presión tributaria con un sistema impositivo más equitativo, simple y menos regresivo; además establecería las bases para una mejoría sostenible en la calidad del gasto y todos esos elementos son fundamentales para garantizar el 4% del PIB, mayores recursos a la salud, a la infraestructura, a la seguridad ciudadana, al gasto social y menores déficit financiados con endeudamiento. Por el contrario, de seguir varios años sin una verdadera reforma fiscal, el país podría caer en la senda de la insostenibilidad fiscal que conduce inevitablemente a graves ajustes macroeconómicos.

El sistema tributario de la RD está agotado en su capacidad para aumentar la presión tributaria. Sin embargo, es un sistema que gracias a la evasión, el desorden de las exenciones y los sectores que no tributan, se carga el dado sobre la clase media y sobre determinados sectores empresariales y lo peor de todo es que seguimos siendo uno de los países de la región con menor presión tributaria y menor gasto en relación al PIB, y cada año sigue aumentando el endeudamiento para poder financiar los déficit.

Uno de los mayores aportes que puede hacer a este país esta administración del Lic. Danilo Medina, aparte de las tantas que está realizando, es iniciar cuanto antes los trabajos para el Pacto Fiscal y no permitir que concluya su administración con un mayor nivel de endeudamiento y en peligro la sostenibilidad fiscal.

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