La Industria azucarera dominicana tiene un gran futuro, y en pocos años podría alcanzar una producción de 800 mil toneladas métricas y una cogeneración de energía de 300 megavatios. Adicionalmente también podría producir etanol, si se hacen los cambios necesarios en la Ley 57-07 de Incentivo a las Fuentes de Energía Renovables para hacer esa producción viable.
Estas consideraciones fueron hechas por el presidente del Consorcio Azucarero Central, Virgilio Pérez Bernal y el director financiero de esa empresa, Ramón Alfredo Cáceres, durante su participación como invitados en el Encuentro Económico de HOY.
Pérez Bernal y Cáceres puntualizaron que en el caso del Consorcio Azucarero Central llevan años trabajando en la tecnificación, recuperación y optimización del ingenio Barahona para lograr una buena producción de azúcar, por lo que podrían ver ahora la posibilidad de producir energía alternativa o renovable si se crea el marco regulatorio que garantice la inversión para que ese negocio sea rentable.
Dijeron que la Ley 57-07 no establece claramente sobre la utilización del etanol para ser mezclado con la gasolina, como es el caso de Brasil, por lo que el negocio no resulta tan atractivo.
Dijeron que si se establecía, ya sea por reglamento o por ley, el uso de etanol para disminuir el uso de otros combustibles fósiles entonces se haría viable la inversión.
Dijeron que también es necesario flexibilizar la venta de energía de los ingenios a la red, ya que lo establecido es que quien más barato venda es el primer generador que entra a la matriz, no obstante al subir o bajar la producción de los ingenios se puede crear algunas dificultades.
Explicaron que la industria azucarera no solo puede aportar los bagazos de la caña como materia prima para la producción de energía eléctrica, sino que también se pueden crear bosques forestales para mezclarlo con los bagazos, además de carbón mineral, por lo que no solo se dependería de la zafra que dura seis meses.
Dijeron que todas estas inquietudes ya han sido planteadas en seminarios y talleres sobre energía renovable, por lo que se está consciente del potencial que tiene la industria cañera para producir energía.