POR ELADIO PICHARDO
Varios médicos especialistas resaltaron ayer las cualidades personales y profesionales del cirujano Francisco Hernández Alvarez, quien falleció en su residencia de la capital el pasado miércoles, a los 87 años de edad. Para el médico Rubén Andújar, el doctor Hernández Alvarez fue uno de los grandes cirujanos dominicanos y quien marcó un hito en la cirugía dominicana.

 «El arranque definitivo de esa rama la inició junto al doctor Félix Goico Evangelista», recordó.

Entiende que Hernández Alvarez fue el pionero en procedimientos múltiples y que sus primeras operaciones le tienen reservado su nombre en letras de oro en la historia quirúrgica nacional.

«Todos tenemos que recordarle como el hombre que hizo las primeras cirugías cardíacas, pulmonares, esofágicas», dijo.

De su lado, el doctor Francisco José Thomén, cirujano santiaguero, señaló que Hernández Alvarez fue el representante de una era de la cirugía dominicana.

 «Además de un gran cirujano era una gran persona, un excelente padre, un excelente amigo», agregó.

Thomén considera que Hernández Alvarez cumplió su labor en todas sus etapas y que fue un hombre trabajador y ciudadano ejemplar.

En tanto, para el doctor Elías Cornelio, médico general, Hernández Alvarez fue su compañero desde la época del 40, «cuando se fundó el hospital Pina (Juan Pablo Pina), de San Cristóbal, donde hizo una obra magnífica, de calidad».

«Tenemos un recuerdo imperecedero de él, porque la magnitud de su obra solamente se puede comparar con la grandeza de su personalidad y espero que Dios lo haya acogido en el cielo como una persona muy buena y caritativa», enfatizó.

El país debe sentirse orgulloso de haber tenido «un Frank Hernández así», dijo el cardiólogo Luis Fernández Martínez.

Señaló que además de ser humilde y honesto fue un hombre muy sabio y que lo engalanaba que era un gran cirujano  porque «en manos de él las operaciones siempre eran un éxito».

Igualmente, el cirujano Tomás Alcibíades Espinosa, dijo que Hernández Alvarez fue el primer director del hospital Pina cuando ese centro estuvo en la comunidad de Haina, y lo definió como un excelente maestro de varias generaciones de médicos.

«Creo que fue el más prominente de todos los cirujanos de su época», añadió.

Hernández Alvarez nació en Moca  y procreó a Yolanda, Francisco y Pedro con su esposa Yolanda Mercedes Incháustegui de Hernández, también fallecida.

Se graduó de médico en la Universidad de Santo Domingo, realizó  posgrados de cirugía en una universidad norteamericana, luego regresó al país y fundó la clínica «Hernández-Incháustegui», ya desaparecida.

Ofreció sus servicios en las clínicas Abreu, Abel González, en el Centro de Pediatría y Especialidades, entre otras. Las salas de cirugía de la clínica del Doctor Escaño, Centro de Pediatría y Especialidades y del hospital Juan Pablo Pina, llevan su nombre.

Por su ejemplar trayectoria como profesional de la medicina fue reconocido como Padre de la Medicina Dominicana.

Sus restos fueron sepultados ayer en el cementerio de la avenida Máximo Gómez.