NUEVA YORK. El periódico hispano El Diario, el de mayor circulación y más antiguo (1913) en los Estados Unidos, destaca en un amplio reportaje que el ex concejal y actual Comisionado de Transporte en esta ciudad, Ydanis Rodríguez, es uno de los políticos latinos más reconocidos en NYC.
Es un orgullo dominicano que para muchos es fiel testimonio del éxito del «sueño americano»; luego de llegar a territorio estadounidense (1983) se desempeñó como lavaplatos, taxista, maestro y trabajador de una cafetería en el mismo edificio en el Bajo Manhattan donde hoy tiene su oficina, especifica el reportaje.
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Dirige el departamento de Transporte más grande en EUA, y uno de los más grandes y complejos del mundo, con la responsabilidad.
No solamente de tener que avanzar las ideas de las personas trabajadoras, sino de manejar cerca de 6,000 empleados, un presupuesto de $1,300 millones de dólares de gastos y 20,000 millones para 10 años, en inversiones capitales”.
Por su parte, Rodríguez sostiene que asuntos como el manejo de carreteras y espacios viales, hasta promover el programa de “Open Restaurant”.
El mismo salvó a miles de negocios en medio de la pandemia, y lograr la seguridad para que no haya más peatones y ciclistas muertos por automovilistas imprudentes e irresponsables, son su norte.
Asegura seguir movido por el compromiso de lucha contra la injusticia y la creación de oportunidades para la clase trabajadora y los más vulnerables en la Gran Manzana.
Dice sentirse muy satisfecho en ser el primer latino Comisionado de Transportación de NYC, y de la oportunidad que Dios le ha dado en la vida, criarse con valores, desde un punto de vista de fe.
Indica que su trabajo siempre es luchar para que las sociedades creen oportunidades para que el ser humano pueda desarrollar todo su talento.
“Estoy orgulloso de haber nacido en RD, porque creo que la identidad es un arma importante que tenemos que mantener, por lo tanto, celebro mi independencia dominicana, como la mexicana, colombiana y de otras etnias”, dijo.
“Vengo de un campo, un caserío de Licey al Medio (La Chiva), en Moca, donde hasta mis primeros 9 años, el modo de transportación eran burros, caballos y bicicletas”.
“Se nos enseñó a 13 hermanos, que, con escasos recursos, teníamos que trabajar duro y lo que soy es producto de la inversión que mi familia hizo en nosotros”, agregó.
“Venir aquí (NYC), criarme allá, y traer no solamente la energía de ser un inmigrante que vino a proveer mano de obra barata, sino participar en trabajo social, en lo que empecé a formarme en mi país, con los padres Jesuitas, cuando yo era Boy Scout, cuando era catequista”, expresó.
“Nos educamos con valores de comunidad, y eso fue lo más importante. Yo no pensé correr para un puesto de elección oficial hasta el año 2000, pero desde el 83, cuando vine aquí, la lucha mía ha sido contra la injusticia”.
A mis 56 años puedo decir que más de 40 los hemos dedicado a la experiencia organizativa y de fe, a la promoción de la cultura juvenil, sentenció Rodríguez.