POR MARIO MÉNDEZ
El conflicto de intereses que se destapará en el mercado de combustibles con el acuerdo a que llegó Industria y Comercio con los detallistas de combustibles de crear comisiones para buscar soluciones a las quejas de éstos, podría ser mayor que el que se ha generado en torno al acuerdo petrolero con Venezuela o Petrocaribe y tendría serias implicaciones financieras para las grandes empresas distribuidoras de combustibles, transcendió ayer.
Se explicó que los intereses afectados por Petrocaribe se limitan a la Shell, pero de la solución a los problemas planteados por los detallistas se derivarían consecuencias para todas las distribuidoras de combustibles que operan en el país, incluida la Shell.
De acuerdo a lo informado, los detallistas de combustibles han estado perdiendo miles de millones de pesos durante años por la no aplicación de leyes y resoluciones que regulan la venta de combustibles en el país.
Se explicó los dos conceptos a través de los cuales los detallistas de gasolina son mayormente afectados es por el no cumplimiento de la Ley 112-00, que obliga al distribuidor a hacer un ajuste de temperatura a 15 grados celsius, al momento de entregar el combustible al detallista, así como de las resoluciones número 64 del 1995 y 394 del año 2002, que obligan a medir el combustible servido a los detallistas con un metro.
Se indicó que como la temperatura a que llega el combustible a las estaciones de expendio supera generalmente los 30.6 grados celsius y no se hace el ajuste a una temperatura de 15 grados celsius, la cantidad de combustibles que recibe los detallistas es siempre menor a la cantidad facturada.
De acuerdo a lo informado, por la diferencia de temperatura el sector detallista pierde 194 galones por cada 10 mil galones que compra en el caso de la gasolina regular.
Una suma casi igual se pierde en el caso de la gasolina premium.
El consumo de gasolina regular es actualmente de unos 256 millones de galones al año, en tanto que el consumo de gasolina premium es de unos 58 millones de galones.
En el caso del gasoil, por la diferencia de temperatura los detallistas pierden 176 galones por cada 10 mil.
La venta de gasoil al detalle suman alrededor de 250 millones de galones al año.
En lo que respecta al Kerosene, la pérdida es de 180 galones por cada 10 mil. De este producto se venden al detalle 6.0 millones de galones al año.
En cuanto a las pérdidas que los detallistas alegan que tienen al no ser medido el producto con un metro, son estimadas por éstos en 1.1 por ciento del total de sus compras.
Con relación al no ajuste de la temperatura, los detallistas sostienen que el ajuste se hace cuando la Refinería vende a las distribuidoras, pero no cuando éstas venden a los detallistas.
Según explicaron representantes del sector, las distribuidoras alegan que no pueden hacer el ajuste por temperatura debido a que el margen es bajito.
De acuerdo a lo informado, la posición expresada por el secretario de Industria y Comercio, licenciado Francisco Javier García, es la de que se debe cumplir con las regulaciones vigentes y las comisiones creadas lo que buscarían es dar sustento a las acciones que se emprendería para que se cumpla con esas regulaciones.
Se informó que la posición de los detallistas es la de no transigir en su posición de que se cumpla con las regulaciones tanto para el ajuste de temperatura como para medir el combustible al momento de la entrega por parte de las distribuidoras.
Los detallistas argumentan que los problemas de transparencia y de baja calidad en el servicio que se da en el mercado de combustibles se deben a que no se ha estado cumpliendo con las regulaciones señaladas.