Destape de campaña

Destape de campaña

El marketing político ha entrado en una etapa en que todo parece permisible y el fin justificaría los medios. Los partidos y sus candidatos promueven sus ofertas sin escatimar recursos de ninguna índole, y en el caso particular de la organización en el poder, no hay rubor en utilizar recursos del Estado, trátese de los Comedores Económicos o de lo que sea, con tal de atraer el favor de los electores.

Tampoco hay rubor para exhibir las preseas logradas en la subasta de voluntades que significa el transfuguismo, una práctica que indudablemente pasa facturas morales y económicas muy altas. La conquista de una posición en el Congreso o los ayuntamientos no se basa en principios ideológicos o cosa parecida. En esto también el fin justifica los medios y tan decepcionantes resultan los que saltan de un partido a otro como los que los acogen o compran.

El estilo de campaña es una especie de maqueta de lo que será después el ejercicio en las posiciones conquistadas en las elecciones. Los problemas del país, que ahora unos partidos  esgrimen como culpa de sus adversarios, estén o hayan estado en el poder, mantendrán su plena vigencia sin novedades. La promesa de solución se apaga con la campaña el día de las elecciones. En nuestro estilo, la conquista de una posición justifica los medios para lograrlo.

Mantenimiento de presas

Construir presas pierde sus méritos técnicos si no se proveen los medios para evitar su sedimentación. Esta previsión no sólo implica infraestructura para atrapar los sólidos  arrastrados por las aguas hacia los embalses, sino también una vigilancia para corregir malas prácticas agrícolas que desperdician agua y llevan  a los cauces de los ríos parte de la tierra de siembra. El hecho de que tengamos presas con exceso de sedimento es indicador de que no hay una  política de mantenimiento de las mismas.

El país necesita crear equipos que se encarguen de preservar las preservar las presas existentes. Necesita hacer estudios para determinar cuántas presas más pueden ser construidas en base a nuestras disponibilidades de agua. También, buscar los medios para lograr retener el mayor volumen posible de aguas antes de que éstas vayan a parar al mar. El diagnóstico sobre la sedimentación de las presas debe ser un punto de partida hacia la solución.

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