Desterrar una preocupación

Desterrar una preocupación

No se trata de un fantasma para espanto de las susceptibilidades de los entes de la comunicación social y los partidos políticos. Las leyes sobre régimen electoral y de reglamentación a las organizaciones proyectan con su contenido un riesgo real de aplicación de sanciones de dureza penal contra la libre expresión de ideas. Referirse a la difamación, injuria y «agresión al honor» sin la configuración de delitos, fuera de toda duda crea herramientas contra la inclusión en los debates electorales de hechos, conductas y conflictos éticos del pasado o del presente, sobre los que el electorado deba escuchar exámenes llevados al alcance que su gravedad amerite.

Está planteada una amenaza de vulneración al derecho a exponer criterios sin el espectro de encierros carcelarios y a formular denuncias que el sistema democrático debe garantizar y contra las cuales solo puedan esgrimirse mecanismos ordinarios para la sanción moral, la rectificación y desagravios del derecho civil. El efecto de agresión directa a la libre difusión de ideas a partir de los objetados estatutos legales, solo dirigidos supuestamente a sobreproteger imágenes políticas, pone en peligro la vigencia del derecho humano básico para garantizar el cumplimiento de otras prerrogativas indeclinables del ser humano y la sociedad y la sola posibilidad en el horizonte de que emergerían sanciones desproporcionadas contra exposiciones orales y escritas es ya una coerción.

Aspecto visual del ambiente

El país necesita controles a la publicidad exterior efectivos y protectores del ambiente, la que se manifiesta en vallas y carteles de todos los tamaños que además de resultar extemporáneos, electoralmente, pueden alterar los perfiles más propios de áreas urbanas y adyacentes a rutas interurbanas con cargas de promociones mercantiles para las que existe un derecho que debe tener límites. La contaminación visual generada por usos y abusos mediante invasión de espacios elevados en paralelo a vías de tránsito es palpable en algunos ámbitos. Emblemas, marcas y consignas comerciales que con desproporcionada e imprudente colocación impiden la percepción a plenitud de lugares, detalles panorámicos y paisajes singulares que más justamente representan al país por el valor histórico y arquitectónico que encierran junto a los atractivos geográficos.

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