Un día como hoy, hace un año, la sociedad dominicana fue estremecida con la noticia de que en una zona apartada de la provincia Peravia, Baní, fueron encontrados los cuerpos de siete extranjeros acribillados a tiros y otro dejado por muerto, en una acción que de inmediato fue calificada por las autoridades como un tumbe de drogas.
Con el colombiano Orín Clinton Gómez Hardford con vida los investigadores procedieron a dar curso a las pesquisas que, a un año de los hechos, no han dado ni con el dinero ni con la droga motivo de la operación criminal, aunque sí con 25 personas acusadas de estar ligadas a las muertes.
El segundo impacto del hecho lo produjo la presencia de oficiales de la Marina de Guerra y la Policía Nacional como parte de la red que perseguía supuestamente US$15 millones y 1,200 kilos de cocaína.
El primero en ser identificado por Clinton fue el mayor (PN) Frederick Medina Abud, dejado fuera de la acusación por falta de pruebas.
Denuncias de Wilton. Tras las muertes y la cadena de apresamientos de implicados, que incluyeron a Noe Sterling Villalón hijo del senador por Barahora Noe Sterling Vásquez, el senador por la provincia Peravia Wilton Guerrero denunció que el caso Paya era el resultado de complicidades entre la Policía, el Ministerio Público y otras autoridades de la provincia. Ese conflicto llegó hasta la Suprema Corte con sometimientos y contra sometimientos entre el ex fiscal de Bani Víctor Cordero, el ex comandante policial de allí Hilario González y Guerrero. Tanto Hilario como Cordero fueron separados de sus puestos.
La droga
Del dinero nada más se mencionó, empero de la droga las autoridades dicen que ocuparon ocho kilos al capitán de la Marina Rafael Guzmán y su esposa Scarlet Aristy en Santo Domingo Este. Sin embargo, esa droga no es parte del expediente que cursa en Baní sino de otro proceso.
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Matanza de Paya
El 2 de agosto del 2008 los colombianos Enrique Martín, Apolinar Altamirano, Geovanny Bawie y el nicaragüense Orin Clinton partieron a RD con un alijo de 1300 kilos de cocaína que entregarían al colombiano Dario Vargas quien a su ves encargó de recibir el cargamento a José Luis Lara y un equipo que tenía éste, según la acusación. El cargamento fue recibido el 4 de agosto en Azua por parte del grupo que posteriormente, aparentando ser agentes de la DNCD, mató a los colombianos y cargó con la droga.