Destino de políticos

Destino de políticos

La mayor parte de los políticos se aficiona a los horóscopos, a las predicciones de adivinos. Los gobernantes de la antigüedad consultaban videntes; en momentos de crisis acudían donde pitonisas para que les “aclararan” el futuro. Los de la actualidad recurren a sujetos estrafalarios que llaman “psíquicos”, o visitan mujeres que puedan leer su destino a través de barajas españolas. Los hay que prefieren participar en “sesiones espiritistas” en las que almas de difuntos revelan el destino de los vivos. Se dice que Trujillo fue en una ocasión donde una bruja que le mostró su destino en un espejo. Trujillo, horrorizado, rompió el espejo en pedazos y abandonó el lugar.

La bruja declaró después, ya muerto Trujillo a balazos, que esa visión “no era definitiva”; pero que al romper el espejo, el propio Trujillo “selló su destino”. ¿Quién iba a decir a Napoleón Bonaparte, cuando era un niño que tiraba piedras en las calles de Ajaccio, que llegaría a ser emperador de los franceses? El día que este hombre soberbio arrebató la corona de manos del Papa para colocarla sobre su cabeza, no pudo pensar que terminaría sus días encerrado en la prisión de Santa Elena. El ascenso y el descenso del poder político son, al parecer, dos misterios impenetrables.

Es chocante que unos políticos “pragmáticos y con los pies en la tierra”, capaces de toda clases de mañas, diabluras y ardides, confíen en los augurios de personas con poquísima instrucción escolar. Son calculadores y realistas para unas cosas; para otras, se agarran de un globo de hidrógeno con muchos parches y remiendos. O lo que es igual, suelen ser tan tramposos como supersticiosos. Esperan “superar” todos los tribunales y alcanzar la impunidad; pero “interrogan a los astros”.

Hosni Mubarak, ex-dictador de Egipto, fue llevado a los tribunales metido en una jaula. Lo condenaron a cadena perpetua; pero luego, el fallo fue anulado. Ahora se abrirá un nuevo juicio. ¿Cuál será el destino de Mubarak? Se ha dicho que este hombre es más rico que Carlos Slim, el magnate mexicano. Tenía todo el poder político y 1,200 millones de dólares. La de político es una profesión peligrosa e inestable. ¿Cómo explicar que sea tan atrayente?

 

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