El país  cuenta con una amplia gama de destinos, en los que se puede disfrutar de unas agradables y relajantes  vacaciones

POR NELLY RAMÍREZ
Generalmente, cuando se habla de hacer turismo, inmediatamente salta a la mente  visitantes extranjeros y viajes a otras naciones. Sin embargo, muchas veces se desconocen innúmerables lugares de esta isla caribeña capaces de deslumbrar a cualquier mortal.

República Dominicana cuenta con una amplia gama de destinos  para conocer y disfrutar de ellos,  así  como lo hacen los miles de turistas que a lo largo de todo el año   disfrutan a plenitud, contrario a muchos paisanos que ni siquiera hacen el más mínimo esfuerzo en conocer los maravillosos  rincones que posee nuestro país.

 No obstante, cuando se visitan otros países siempre se busca la manera de conocer al máximo todos los puntos de diversión que estos ofrecen a sus visitantes.

Esta isla del Caribe tiene lugares espectaculares en todas sus regiones: Este, Oeste, Norte, Noroeste  y Sur, en los que el ser humano puede vivir inolvidables momentos.

Y, qué bueno es conocer lo propio y poder dar testimonio de lo que tenemos, y no pecar de ignorantes cuando las personas que nos visitan comentan de tal o cuál lugar y no se tiene ni la mínima idea de lo que  se trata.

Para muestra bastan tres ejemplos: Samaná, Bahía de las Aguilas y la Isla Saona.

Exuberantes lugares en RD para disfrutar  al máximo 

Dependiendo de lo que se busque, nuestra isla cuenta con espectaculares lugares para cada preferencia, por ejemplo,   el tan de moda turismo ecológico

Si lo que busca es estar en armonía con la naturaleza y alejado quizás del bullicio de ciudad,  la gente y todo lo cotidiano, qué mejor opción que irse a una de esas casitas en las montañas, de las cuales hay diversas para elegir en el país, en las diferentes regiones.

En estos días de sofocante calor y humedad,  es una buena ocasión para visitar algunos de esos destinos naturales que ofrece la República Dominicana a lo largo y ancho de toda la geografía, los  cuales incluyen también la nueva modalidad  ecológica del turismo, tales como: montañas, cuevas y ríos, es decir, que los lugares de destinos ya no solo se limitan  a los exuberantes resorts o lugares de veraneo, sino hay otra opciones alternativas.

Si es usted de los que gusta escalar montañas, descubrir cuevas para amplia su cultura sobre la historia de nuestros antepasados, vivir maravillosas experiencias al aire libre y por las noches acampar en casas de campaña, puede optar por visitar Constanza o Jarabacoa, donde además puedes encontrar pequeñas cabañas individuales para parejas y  para grupo de amigos.

 ¡Ah!, pero de igual tiene la opción de irse a la región Sur del país, especialmente a Barahona y vivir una extraordinaria estadía en Casa Bonita, lugar situado en un escueto pueblito de pescadores desde donde se puede divisar el verdor de las montañas y el relajante sonido de los  ríos  que bordean el espacio.

 En la zona Este del país, una de las más preferida, especialmente por los visitantes extranjeros, quienes afirman encuentran allí un paraíso terrenal distinto a lo que  tienen otras islas del Caribe, hay espectaculares lugares de veraneo para vivir interesantes estadías, pero también para visitarlos y regresar como es el caso de las islas Saona y Catalina. La Isla Saona es una  islas adyacentes  a la República Dominicana que pertenece a La Romana. Es parte del Parque Nacional del Este. Tiene 110 kilómetros cuadrados de los cuales pueden disfrutar dominicanos y extranjeros solo dirigiéndose al puerto de La Roma y desde allí abordar un bote que lo llevará hasta este pequeño terruño rodeado de agua.

 Es un atractivo turístico por excelencia para vivir un interesante día en contacto con toda la belleza natural.

Ahí mismo, en la Costa Este del país, está también la Isla Catalina, considerada como un destino por excelencia para quienes buscan de un día de diversión extasiado en un lugar informal. La Isla Catalina está denominada como  una “maqueta de diversión en el trópico, donde se puede apreciar el contacto de las frías gotas de agua de mar acariciando el rostro de quienes optan por disfrutar de estos atractivos naturales.