Destruyen en Punta de Bayahíbe
 un asentamiento arqueológico

Destruyen en Punta de Bayahíbe<BR> un asentamiento arqueológico

Bayahíbe. Uno de los yacimientos arqueológicos indígenas más importantes del país, localizado en el enclave natural del área protegida de Punta de Bayahíbe,  fue destruido en más del 70% de su superficie por personal del Ministerio de Educación que construye una escuela en el lugar. La obra fue paralizada por orden del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Ninguno de los ministros involucrados en el problema, Melanio Paredes, de Educación, y Jaime David Fernández Mirabal, de Medio Ambiente, se ha referido, al menos públicamente, a la destrucción del yacimiento arqueológico que data aproximadamente del año 1600 antes de Cristo. La zona destruida por la ejecución de los trabajos está completamente irrecuperable: muchas piezas arqueológicas fueron destruidas y  están tiradas entre los escombros. Educación no confirmó si tenía autorización para ejecutar la obra.

Mientras, lo que queda del área protegida ha sido casi destruido. Con ello se pierde parte importante del trabajo científico realizado, así como una  cuantiosa inversión económica de fondos nacionales y extranjeros realizada para darle valor a un sitio natural y cultural que sería el soporte del desarrollo turístico.

Inicialmente, cuando comenzó la construcción de la escuela de Bayahíbe, se detectó en el área  un importante yacimiento arqueológico con industria de concha, lítica y algunos restos cerámicos. Debido a la importancia del hallazgo, los trabajos de edificación fueron interrumpidos y se procedió a realizar una excavación de urgencia que ha permitido conocer una página, hasta ese momento oculta, de la historia de Bayahíbe. Esta, por demás, tiene una importante repercusión en el conocimiento del poblamiento de las Antillas Mayores por parte de grupos de agricultores.

De lo que fue el sitio arqueológico de la Punta de Bayahíbe,  agredido brutalmente, queda poco. La mayoría  de los restos  arqueológicos que aún quedaban fueron destruidos. La zona había sido dejada intacta  por los investigadores responsables de la excavación Adolfo López, Gabriel Atiles, Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega, quienes esperaban   fondos para continuar  las excavaciones.

Área protegida

El área protegida Monumento Natural Punta de Bayahíbe fue creado mediante el decreto presidencial 571-09 con el objetivo de: “…reordenar y aprovechar de manera sostenible el gran potencial turístico ligado a la singularidad y la gran riqueza cultural e histórica de Punta Bayahíbe, así como la variedad de elementos naturales costeros, hídricos y botánicos presentes y en franco proceso de deterioro por el uso no planificado del frente marino, representados en los manglares, humedales, dunas, playas, arrecifes, plataformas, puntas, ensenadas, afloramientos hídricos, puertos naturales, la Rosa de Bayahíbe (Pereskia quisqueyana) que es autóctona de allí y el único árbol frutal endémico de  La Hispaniola, también autóctono de Bayahíbe conocido como Cotoperí (Meliccoccus jimenezii) y los yacimientos arqueológicos indígenas localizados en este enclave natural”.

Asentamiento

“Durante la excavación realizada se localizó un conjunto circular de huellas de poste en la roca de unos tres metros de diámetro, que atestigua la presencia de una antigua vivienda. En total se contabilizan 14 huellas de poste determinando el círculo y una huella central. El suelo de la vivienda está apisonado y del estudio estratigráfico en el interior del recinto marcado por las huellas de poste obtuvimos los siguientes datos: En las primeras etapas de ocupación no aparece cerámica, aunque en fases posteriores sí documentamos su presencia. Predomina la industria de concha y también cuentan con industria lítica. La industria de coral es de gran importancia, probablemente usada para rayar tubérculos, presumiblemente de guáyiga, y probablemente como elementos de percusión. La dieta en la primera fase de ocupación se centra en buena parte en la recolección de caracoles terrestres y en menor medida  moluscos marinos.

Posteriormente los caracoles terrestres van siendo desplazados por los moluscos marinos.

Aparecen evidencias de pesca e incluso en los niveles superiores  se localizan restos de burén”, según un documento en el que  se recogen las conclusiones de 5 arqueólogos que  evaluaron el asentamiento.

Las claves

La situación

El área protegida afectada presenta el siguiente cuadro:

1.-  El letrero de información general de la Ruta Cultural fue recientemente destruido de manera vandálica.

2 .- La puerta corredera de acceso a la Ruta Cultural fue destrozada y el frontispicio metálico arrancado, roto y arrumbado a un lado del sendero cultural.

3. – Los letreros indicativos de los aspectos del recorrido fueron arrancados y algunos de ellos cambiados de lugar y tirados en desorden.

4.- El área protegida está cubierta de basura y escombros.

5.- El sitio arqueológico aun sin excavar ha sido casi destruido en  superficie por la construcción, aun sin terminar.

6.- Se puede observar piezas arqueológicas extraídas durante las excavaciones tiradas por todas partes, fuera de contexto y mezcladas con basura y escombro de la obra.

7 – El plexiglás de protección de la exhibición arqueológica está roto y a su alrededor se  acumula material de obra.

8 – La zona del bosquecillo de la rosa de bayahíbe (Pereskia quisqueyana) tiene montones de escombro, basura y se encuentra en precario estado.

Daños causados provocan alarma

Aunque el conflicto creado con la destrucción de este yacimiento arqueológico no ha trascendido a la luz pública, hay mucho disgusto y malestar en la comunidad científica. Todavía la sangre no ha llegado al río. El área protegida ha sido afectada  negativamente por las obras. De hecho, la recién creada Unidad de Conservación ha pegado el grito al cielo y reclama sanciones para los responsables.

El sitio arqueológico y área protegida era conocido por la comunidad nacional e internacional, investigadores, académicos y  profesores de la escuela que se construye en el lugar. Todo estaba debidamente señalizado, por lo que no se puede alegar ignorancia. La destrucción del yacimiento fue, sin dudas, con pleno conocimiento del daño que se ocasionaba al patrimonio histórico nacional y al área protegida.

Parte la infraestructura del recorrido cultural fue dañada, pero puede repararse. Es necesario recoger la basura acumulada en el lugar, rehacer y colocar los carteles explicativos y reparar la puerta, la valla ciclónica y el frontispicio. El bosque de Pereskyas está seriamente amenazado por el mal manejo de la obra, especialmente por los efectos negativos que la cercanía de la construcción puede ocasionarle.

Un informe elaborado por el arqueólogo López recomienda reparar y poner en funcionamiento de nuevo la ruta cultural; excavar inmediatamente la zona que aún queda intacta y delimitar y proteger el bosquecillo de Pereskya quisqueyana. También sugiere nombrar un guardaparque que vigile el lugar y evite que los trabajadores de la escuela  destruyan completamente el área protegida, si es que continúa su construcción.

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