Parece ser que los más malos de la película “Figueroa Agosto”, son Mary Peláez, Juan José Fernández Ibarra e Ivanovich Smeter, porque son los únicos que todavía guardan prisión por supuestamente ser hallados culpables de formar parte de una red de lavado de activos provenientes del narcotráfico, dirigida por el capo José David Figueroa Agosto.
Sin embargo, gozan de libertad los que la gente común piensa que eran los más culpables en este caso, la exmujer del capo, Leavy Nin Bautista, la amante Sobeida Félix Morel y su esposo Eddy Brito. Sucede que como decimos los dominicanos, el “fondo del fondito” del caso Figueroa Agosto, la ciudadanía general lo desconoce, pese que fue un caso que se convirtió en un verdadero show mediático, porque involucra a jóvenes pertenecientes a una clase social alta, entre ellos la hija de uno de los más talentosos, queridos y polifacéticos artistas dominicanos.
Muchas versiones, teorías, especulaciones surgieron en torno a este caso, las que principalmente han recaído en la figura de Figueroa Agosto, como aquella de que fue traído a República Dominicana a cumplir un encargo, como detectar los movimientos y la gente vinculada al narcotráfico.
La gente se pregunta qué tan involucrada estuvo Mary Peláez en este asunto, que ha sido más castigada que la principal Diva de esta historia, Sobeida Félix Morel y que la propia mujer del capo.
A Mary Peláez no la conozco personalmente, solo a través de los periódicos, si es buena o mala persona no lo sé, pero a simple vista, creo que con ella han sido más duros que con los cabecillas. No pienso que esta joven sea lo peor, tampoco los otros dos que permanecen encerrados.
Muchos piensan que Mary está pagando tiempo extra en la cárcel, pues en una ocasión “habló más de la cuenta” e involucró a un personaje que hoy día está en la palestra pública a diario, a quien Mary señaló como la persona que le presentó a Figueroa Agosto.
Por último, siempre he creído, que si su padre, Milton Peláez, hubiese estado vivo, su hija, hoy día no estaría presa. Ojalá que Mary haya aprendido la lección negativa de tener malas compañías.