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El Parque Mirador Sur

<STRONG>Detalle<BR></STRONG>El Parque Mirador Sur

A medida que en la ciudad de Santo Domingo crecen las construcciones  de altos edificios, enormes torres de cemento y otros materiales, con pocos espacios para árboles, flores o cualquier tipo de vegetación,  la gente siente más la necesidad de buscar lugares donde se pueda estar en contacto directo con la naturaleza para apreciarla en todo su esplendor y disfrutar de sus beneficios. Es toda una fuente de energía positiva, que brinda paz, un estado del alma muy importante para el equilibrio emocional de los seres  humanos.

Hoy más que nunca se aprecian las zonas verdes, los parques -ya sean grandes o pequeños- siempre tienen un valor incalculable sobre todo en estos tiempos tan difíciles, estresantes, cuando la gente anda en la busca de relajamiento.

Visitar estos sitios resulta  muy agradable, y sobre todo cuando se convierten en lugares de encuentro familiar, de esparcimiento y diversión como el Parque Mirador Sur de la avenida Anacaona, preferido por muchos capitalinos para ejercitarse en largas caminatas y montar patines o bicicleta.

Actualmente este parque pasa por uno de sus mejores momentos debido a que tiene personas que le aman y se preocupan para que se conserve debidamente, entre ellos quien fuera vicepresidente de la República, Jaime David Fernández Mirabal, quien ha plantado personalmente nuevos árboles que ya han comenzado a crecer y que aportan una mayor belleza a este lugar, donde principalmente los domingos los picnics familiares y los cumpleaños infantiles le dan pinceladas de alegría.

El Parque Mirador Sur es el Central Park de los capitaleños  y tiene el privilegio de mezclar a personas de diferentes niveles sociales. Esta, que es una de las áreas residenciales de mayor valor económico del país, también es disfrutada por gente de pocos recursos económicos.

Ahora que estamos en primavera, es una estación  propicia para visitar el Parque Mirador Sur, ideal para los jóvenes y niños para volar chichiguas, dar de comer a las palomas, o simplemente caminar entre los árboles y disfrutar de momentos placenteros de tranquilidad que surten  como arte de magia efectos positivos en la mente.

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