Hace unos 35 años, cuando me inicié en el periodismo en Listín Diario, el número de mujeres en la prensa escrita en el país era muy bajo, no pasaban de diez. Los hombres acaparaban el reducido mercado laboral de la comunicación.
Hoy día la cifra de mujeres periodistas ha crecido bastante y hasta figuran en puestos ejecutivos, también ha aumentado el número de hombres periodistas. Y la pregunta es si los medios de comunicación son suficientes para dar empleo a este colectivo.
El Colegio Dominicano de Periodistas, que es presidido por Mercedes Castillo, me informó que el CDP agrupa a más de tres mil periodistas, pero que existen otros mil que no pertenecen a esa entidad, y una cantidad similar de gente que labora como comunicadores, que no son periodistas. Anualmente las universidades y escuelas de comunicación gradúan un alto número de jóvenes y dentro de poco serán tantos que el mercado laboral quedará saturado, desbordado, situación que a la larga el CDP tendrá que enfrentar con responsabilidad.
Es indudable que muchos jóvenes sienten tener vocación por el periodismo, pero otros creen que esta es una profesión que aporta fama y dinero, sin detenerse a pensar que es un trabajo de mucha exigencia profesional, que requiere grandes sacrificios y además es muy estresante.
El periodismo es una profesión de alto riesgo, principalmente cuando la información está relacionada a temas escabrosos como el narcotráfico; los comunicadores asignados a esas fuentes del bajo mundo pueden resultar abatidos de muerte, pues este trabajo está basado en un principio fundamental: la búsqueda del bien común a través de la información de hechos de manera veraz y objetiva. En nuestro país los comunicadores gozan actualmente de una amplia libertad de expresión, lo que se puede observar en trabajos de denuncias, investigación, información, análisis de todos los aspectos de la sociedad dominicana, publicados sin temor a represalias graves. El próximo domingo 15 es el día del periodista