MADRID, ESPAÑA. El auge turístico de los últimos años que ha experimentado República Dominicana, específicamente las zonas de playas, ha hecho que nuestro país sea visitado por  millones de turistas europeos, entre ellos españoles, quienes muchas veces reciben informaciones alarmistas en torno a la seguridad de los visitantes a nuestro territorio.

 En varias ocasiones, estando de compras en alguna tienda de Madrid, cuando alguien escucha mi hablar con marcado acento extranjero  me  preguntan de dónde soy. Como siempre, llena de orgullo por mi país, digo con toda la boca llena: “soy dominicana” y en seguida me bajan los humos, con expresiones que no me agradan, casi siempre lo mismo, “tu país es bonito, pero muy inseguro”, “demasiada delincuencia”, una me dijo que cuando lo visitó  se lo encontró hermoso, pero que no se atrevió a salir del hotel, pues le dijeron que no se les ocurriera alejarse del recinto del resort, porque es muy peligroso, y así por el estilo.

Casi todas las informaciones negativas a los turistas acerca de nuestro país  provienen de los mismos dominicanos que laboran en resorts o lugares turísticos diversos, algo que es reprochable, es cierto, que se deben advertir algunas cosas, pero no magnificar, porque no es tanta verdad. En todos los países,  los turistas que no toman precauciones pueden sufrir atracos y hasta algo más funesto. La delincuencia arropa a casi todos los lugares del mundo por lo que existe peligro por doquier. 

Fíjense en Francia, qué gran escándalo se ha creado cuando las autoridades se vieron en la obligación de  cerrar el  Museo del Louvre de París, por los carteristas que azotan continuamente a los turistas, siendo capaces hasta de robarle la célebre sonrisa a la Mona Lisa.

Las puertas del Louvre permanecieron cerradas un par de días por este  problema que aparentemente, por el momento no tiene solución. Algunos dominicanos creen que nuestra gente es lo peor y, particularmente aseguro que  fuera hay muchos más ladrones, por ejemplo en los Estados Unidos y Europa, graduados en “Suma Cum Laude”, que los nuestros son chivitos hartos de jobo delante de ellos.  Incluso, cuando un dominicano se hace un delincuente notable, es porque ha hecho un “master”  en una de esas universidades norteamericanas o europeas, sobre todo de Europa del Este, donde se gradúan con “altas notas”.