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Legal o humano

La sentencia del Tribunal Constitucional que establece que los hijos de extranjeros  en tránsito nacido en el país no les corresponde la nacionalidad dominicana tiene la parte legal y otra que como dicen en las carreras de caballos, “no es válida para fines de banca y pool”, pero que tiene un gran peso, humano.

Es por esto que dicha sentencia genera opiniones  unas a favor y otras en contra, sobre todo entre la gente de generaciones de atrás que se acostumbró a escuchar que la gente es de donde nace. Nuestro país durante muchos años en materia de inmigración, residencia, nacionalidad andaba como los chivos sin ley, pero las cosas han cambiado en cuanto al estatus de los extranjeros en República Dominicana  en lo que se refiere a emigración, residencia, nacionalidad, turismo, tránsito etcétera.  La sentencia del Tribunal Constitucional está fundamentada en  una ley de inmigración que tiene 10 años en vigencia, pero ningún gobierno ha asumido sus disposiciones en cuanto a normalizar a los extranjeros ilegales.

De todas formas, es penoso para un ser humano nacido aquí, hijo de padres extranjeros ilegales, no tener la nacionalidad dominicana, sobre todo aquellos que ya son adultos y no han conocido otro país alguno, que sólo hablan nuestra lengua y tienen nuestra propia cultura, se consideran dominicanos como el que más, pero no lo son, son ilegales sin ningún tipo de papeles que les permita obtener documentos básicos como cédula y pasaporte.

No decimos que la sentencia sobre la nacionalidad de los hijos de extranjeros en tránsito nacidos en el país sea justa o no, pero sí tiene una gran dosis de inhumana, muchos lo consideran un drama doloroso, sobre todo, en estos tiempos donde también dominicanos durante años han emigrado a otros países y han tenido hijos siendo ilegales. Es un tema fuerte, es una pena, pero lo legal, es lo legal y desde ya,  lo que deben hacer todos los afectados con esta sentencia es buscar la forma de cambiar su estatus legal que les permita ser un dominicano más. No es tan fácil como se dice, pero se puede.

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