MADRID, España. El Black Friday logró la difícil tarea de activar el comercio de esta ciudad, uno de los sectores más castigados durante los últimos tres años de crisis económica, de la que el Gobierno español asegura que “ya está pasando”, mientras, que los opositores dicen todo lo contrario, que las cosas van, de mal a peor

Mientras tanto, los madrileños se dejaron llevar del Black Friday que es toda una tradición norteamericana, cuando los grandes y pequeños comercios hacen grandes rebajas de sus artículos para motivar las ventas navideñas, luego de la celebración del Día de Acción de Gracias.

Los españoles, los europeos en general han hecho de esta tradición como una propia, al igual que otras norteamericanas, como Halloween, pues les encantan todo los inventos, celebraciones, que les llega de los Estados Unidos, un país con una tremenda influencia a nivel mundial.

El Black Day tiene su encanto personal basado en esas grandes rebajas que pueden obtenerse principalmente en artículos de precios más elevados como los electrodomésticos, todo lo que es la electrónica como audio y video portátil, comunicación móvil, equipos audios y Hi Fi, vídeos cámaras, informática, telefonía fija, TV vídeo, computadoras, los equipos más modernos que han salido al mercado, con rebajas sustanciales, hasta boletos de avión para viajar a destinos diferentes.

En los grandes almacenes de Madrid, como El Corte Inglés, las ofertas eran variadas y algunas hasta con un 70 por ciento de descuentos. Las tiendas de ropas, calzados es decir todas las de vestir, las rebajas eran más módicas, solamente con un 10 y 20 por ciento.

Las calles comerciales del centro de la capital española lucieron llenas de gente comprando las oportunidades del Black Day que coincidió con el encendido de las luces navideñas que dan un toque especial a estos días especiales que motivan a estar alegres y derrochar un poco el dinerito que sobra.

Con crisis y sin ella, Madrid siempre es encantadora, una ciudad llena de calor humano, con un toque especial de alegría, como pocas en el mundo, con ingredientes históricos y culturales envidiables por cualquier nación.