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La supuesta próxima salida de una cárcel de los Estados Unidos de Quirino Ernesto Paulino, condenado por tráfico de drogas, ha conmocionado a una gran parte de la sociedad dominicana que entiende que en cierta forma la justicia ha sido benigna con quien fuera uno de los capos más fuertes de Latinoamérica, marcando un mal ejemplo para aquellos que delinquen principalmente con el tráfico de estupefacientes.

La población dominicana está indignada ante el anuncio de que una jueza de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, de nombre Kimba M. Wood, habría dispuesto la libertad del excapitán del Ejército Nacional, después que se alegara que la salud de Quirino actualmente es delicada.

Paulino Castillo lleva nueve años presos en los Estados Unidos, tras haber sido apresado por tráfico de drogas y extraditado a la citada nación en el 2005.

Así como la mayoría de los dominicanos se han mostrado inconformes con la anunciada libertad de Quirino, en su pueblo natal Elías Piña muchos de sus habitantes lo esperan con los brazos abiertos, realizando manifestaciones públicas por su excarcelación pues algunos le consideraban como su “benefactor”, que les ayudaba a solucionar pequeños problemas cotidianos.

En cierta forma, a esa pobre gente, que a la vez es muy ignorante, no se le puede pedir ningún tipo de conducta moral, porque sobre todo, viven en la miseria, por lo que aceptan fácilmente a todos aquellos que les regalan las migajas de sus ganancias provenientes de negocios ilícitos, sucios.

La gente de Elías Piña debería pensar que el dinero de Quirino es maldito, pues proviene de acciones del bajo mundo de las drogas, como el crimen, el robo, la extorsión, chantaje, además del gran daño que los estupefacientes han hecho a la humanidad convirtiendo a muchos hombres y mujeres en verdaderos guiñapos, paranoicos, depresivos y suicidas, que han destruido a numerosas familias.

Los jóvenes son los que más han sufrido.

Detrás de un consumidor de estupefacientes está una persona violenta que llega hasta matar a sus propios padres y hermanos.

Los “benefactores” del imperio de las drogas, como Pablo Escobar, son criminales capaces de llevar a cabo acciones horrendas, como explotar un avión repleto de pasajeros, entre ellos, niños inocentes.

Cada centavo que regala un “Don” está impregnado de la sangre de muchos que han perdido sus vidas por las drogas.

 

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