MADRID, España.- El suicidio de una jovencita víctima de bullying en la escuela donde estudiaba, ha abierto una serie de debates derivados acerca del alto porcentaje de práctica de acoso escolar, y sus consecuencias, que continuamente sufren centenares de niños y adolescentes en los centros educativos de este país, principalmente aquellos gais, negros, hijos de inmigrantes y discapacitados fìsicos y mentales.
Aunque muchos piensan que este problema surge en estos tiempos, están equivocados pues el hostigamiento escolar siempre ha existido en todas partes del mundo, hasta en el más remoto lugar del planeta tierra. Todos aquellos escolares que sus compañeros consideran diferentes a ellos, ya sea por su raza, físico o por su timidez en relacionarse con los demás, han sido y son objeto de maltratos físicos, mentales, como golpes, burlas, hostigamientos de todo tipo, que en algunos han tenido consecuencias funestas, pues las víctimas han optado por el suicidio y otras han tomado hasta armas para acabar con la vida de sus acosadores, como ha sucedido en varias ocasiones en entidades educativas principalmente en los Estados Unidos.
El bullying, es un arma de doble filo, no sólo daña a aquellos que lo sufren, sino también a los que lo practican sin medir consecuencias.
La joven española de apenas 16 años, con discapacidad motora e intelectual era hostigada por otro adolescente, quien incluso le obligaba a buscar dinero para él. La víctima tenía que entregarle a menudo 50 euros, una suma alta para cualquier estudiante. El constate acoso la llevó a un estado anímico de depresión que la condujo a tomar una decisión fatal como tirarse de las escaleras del apartamento donde vivía con sus padres.
La tragedia ha conmocionado a los españoles quienes se cuestionan si sus hijos van a la escuelas a estudiar o a la guerra. Se preguntan si las autoridades escolares tomarán medidas estrictas para erradicar, o al menos, disminuir, el porcentaje de este tipo de comportamiento violento.
Hace apenas un mes, que un estudiante mató a un profesor e hirió a cuatro alumnos en un instituto educativo de Barcelona. El joven de 13 años podría haber sufrido bullying escolar.
Es necesario en los centros educativos, la figura del Special Need, para proteger a aquellos escolares que necesitan cuidados especiales, pues ellos forman el grupo de las presas más vulnerables, fáciles de captar por los cobardes y agresivos acosadores.