Rechazos
MADRID, España.- La ola de calor se ha extendido a toda Europa, donde los termómetros están al rojo vivo, salvo algunas excepciones.
En Madrid la alerta ha permanecido durante varios días, al igual que en Andalucía y otros puntos, donde actualmente el calor asciende a 40 grados y hasta varias décimas más. La mayoría de la gente trata de no salir a lugares abiertos, prefieren los centros comerciales con aire acondicionado, pues el calor intenso puede llegar a ser mortal entre las personas mayores de edad y los niños, quienes son los más susceptibles. Estas altas temperaturas en España son históricas y, en gran parte, es debido por el calentamiento de nuestro planeta Tierra, algo que muchos no lo creen, pero que es cierto.
En medio de este horno, los catalanes celebraron elecciones para consultar si desean continuar en España o la independencia. Nuevamente, la mayoría mostró su rechazo, demostrando así que se sienten españoles, aunque estén orgullosos de ser catalanes. Menos mal, que el 60% de los catalanes entienden que la situación económica de ellos no está tan maravillosa, como para dejar atrás a España e incluso a la Unión Europea, que le ha reiterado en varias ocasiones que si se independizan no entrarán a la UE. Un tremendo problema, pues hasta serían extranjeros en la propia España. Además, si se permite esta separación, también tendrían derecho a la independencia el País Vasco, etcétera, entonces, España se reduciría al mínimo solamente unas cuantas comunidades, entre ellas Madrid.
Otro rechazo, aunque por razones diferentes, se ha producido en Grecia. Un 60% de ciudadanos votaron no, en contra de nuevas medidas económicas drásticas que la Troika europea quiere imponerles a cambio de nuevos préstamos. La Troika formada por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comunidad Europea, se han unido para poder reforzar la economía de los países de la zona euro, en las que varias naciones están afectada de graves crisis económicas como Grecia, Portugal, España, Italia. Grecia está quebrada, pero no quiere más ayuda económica a cambio de sacrificar aún más a los griegos. Su primer ministro, Alexis Tsipras, trata de buscar nuevos acuerdos que no impliquen sufrimientos. Una austeridad dura para obligarlos a cumplir con los pagos de las deudas contraídas, tiene más caliente a toda Europa.