Drama humano
MADRID, España.- La llegada de inmigrantes ilegales a territorio europeo se ha convertido en un lastimoso drama humano. En lo que va de año, es decir en apenas siete meses, han muerto unas dos mil personas en diferentes circunstancias, la mayoría ahogados en el Mar Mediterráneo en el intento de alcanzar tierra del Viejo Continente.
En estos días el tema está en primera línea en los informativos con imágenes duras que ponen a cualquiera a pensar en torno a tantas desgracias precedidas de angustiosos sufrimientos de aquellos que se embarcan en aventuras peligrosas y que no todos logran los objetivos de llegar a países que los inmigrantes ilegales piensan son paraísos terrenales, aunque en mucho aspectos sí lo son, en relación con sus lugares de orígenes que abandonan por miseria, guerras y otros asuntos. La semana pasada, nuevamente en las costas italianas, acaban de morir ahogadas unas 200 personas entre ellos recién nacidos que viajaban en una patera con unas 500 personas.
Otro drama humano lo escenifican los que quieren llegar al Reino Unido a través del túnel en el Canal de la Mancha, que une a Francia e Inglaterra. En Calais esperan unos cinco mil indocumentados la oportunidad para entrar a territorio inglés, donde el gobierno ha endurecido las medidas para frenar a los ilegales, al punto que ha amenazado a los caseros que alguilan viviendas a los sin papeles llevarlos a prisión. Calais, territorio francés, ha subido varias vallas de alambres de púas, pero con todo y eso, el 70 por ciento de los emigrantes continúan avanzando al Reino Unido y logran llegar, en una especie de estampida humana que exhibe al mundo imágenes lastimosas.
La situación es desesperante y los países europeos sin piedad alguna los excluyen, pero algunos de ellos, como Francia, quieren que República Dominicana asuma a 10 millones de haitianos, quienes deberían ver todos estos acontecimientos y meditar, agradecer lo bien que les tratan los dominicanos, que no toman medidas extremas como los europeos en contra de los emigrantes ilegales, pues realmente los europeos en una gran mayoría son unos racistas que no quieren saber ni siquiera de los residentes extranjeros legales, que se los han tenido que chupar a regañadientes, luego de haber explotado sus países en Asia y Africa, principalmente.