Detalles. Recogimiento excesivo

Detalles. Recogimiento excesivo

DOHA, Qatar.- El miércoles de Ceniza comenzaron los casi 40 días de la Cuaresma, que han pasado muy rápido. El próximo domingo se inicia la Semana Santa, con el Domingo de Ramos, que nos recuerda a los cristianos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, aclamado por una multitud, apenas unos días antes de ser crucificado.
El mundo cristiano conmemora la Pasión, Muerte y Resurreción de Jesucristo con fervor, recogimiento, sin la necesidad de llegar a los extremos de décadas atrás, cuando esta celebración tenía un matiz muy triste que calaba el alma de los creyentes. Ya no es necesario entrar en un estado anímico funesto, pues realmente eso no es lo que se busca, ni se predica en el cristianismo, pero la Semana Mayor es de recordación y meditación de los acontecimientos que ocurrieron, y dieron inicio a una fe profunda, una creencia religiosa basada en Dios sobre todas las cosas, un cristianismo que los seguidores de Jesús propagaron predicando sus palabras a las gentes de los lugares a los que se dirigieron después del sacrificio de su maestro.
Recuerdo la Semana Santa en los años de mi niñez, y algo de juventud, como un periodo de tiempo durante el cual el recogimiento era excesivo, el silencio, la poca actividad física, hasta las vestimentas oscuras eran de un duelo profundo malentendido, todo era pecado, los cines estaban cerrados, la radio apagada, no había ruidos, y los Viernes Santos, hasta cocinar, limpiar los hogares o ir a la playa, eran algo de culpa.
Cuando cines como el Independencia comenzaron a exhibir películas sentí un gran alivio, un poco de luz en esa tiniebla abrumadora, ver una película de esas ingenuas que protagonizaba una actriz que era considerada una niña prodigio, la española Marisol.
El tiempo ha pasado y los cristianos de fe seguimos dondequiera que estemos con el mismo fervor durante la Semana Santa, pero sin las congojas de antaño.

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