MADRID, España.- Las vacas, y todos los rumiantes en general, están siendo acusados de ser culpables de un 18 % de las emisiones de los peligrosos gases de efecto invernadero, debido a las flatulencias que expulsan cada tres minutos, que contaminan la atmósfera.
Estos excesos de pedos, es el motivo, entre otras cosas, de que las vacas tengan que pagar impuestos, según lo anunciado por Bruselas, una medida que adoptarán, hasta que se encuentre una solución a ese problema maloliente que daña al medio ambiente. Ya varios cientificos han encontrado una molécula que puede inhibir los pedos de las vacas. ¡Ofrézcome!
La organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), insiste que los dueños de las vacas están obligados a pagar impuestos por daños al planeta Tierra y también propone modificar la alimentación de estos mamíferos para bajar la cantidad de gases que expulsan durante la digestión.
¡Pobres vacas! Ya ni siquiera un pedo pueden arrojar a su aire, de repente, alguna persona o institución exigirá que estas medidas sean aplicadas a los seres humanos. Nadie sabe, como andan las cosas, yo no dudo nada. Todos los días nos enteramos de noticias peculiares, por lo tanto, los pedos de la gente podrían ser reprimidos, y aquellos que quieran darse el lujo de expulsarlos, tendrán que pagar un tributo. Otro asunto relacionado con la conservación del medio ambiente es la campaña que acaba de lanzar la organización de las Naciones Unidas para bajar el consumo de carne, considerando la poca sostenibilidad de la ganadería, ya que la producción de cultivos destinados al consumo animal a través de la fertilización química provoca deforestación, cambio climático, polución de la atmósfera y escasez de agua.
Estas causas hacen urgente que los humanos busquen nuevas resoluciones en la alimentación, optar más por las legumbres, lentejas, habichuelas, garbanzos, gran fuente de fibras, proteinas, verduras y frutas. El cultivo de legumbres combate el cambio climático, mejora la fertilidad del suelo y fomenta la agricultura sostenible, a la vez que aporta los nutrientes necesarios para estar en buen estado de salud.
Particularmente soy medio vegetariana, no como carne de ningún tipo. Prefiero consumir legumbres, principalmente lentejas, tan sabrosas y ricas en hierro, además de víveres (papa, yuca, batata, ñame, etc.), huevos… y puedo asegurar que nunca he tenido anemia.