MADRID, España.- Son muchos los países que tienen en el turismo una de las fuentes de mayores ingresos económicos, como es el caso de España, que actualmente recibe unos 80 millones de visitantes por año; sin embargo, la semana pasada se produjeron en Barcelona ataques a este sector, que están siendo aprovechados por otros países para lanzar campañas negativas y acaparar parte de la enorme preferencia turística internacional de que goza la Madre Patria.
En los últimos años, Barcelona se ha convertido en una de las ciudades de Europa favorita, llegando millones de turistas de todas partes, sobre todo, por concepto de visitantes de cruceros. Ahora, esta ciudad ha sido víctima de grupos, que según ellos, no quieren más visitantes y han atacado violentamente, como si de terroristas se tratara, autobuses y bicicletas destinadas al turismo, que recorren los lugares de interés público como la Sagrada Familia.
Se dice que los actos vandálicos a empresas turísticas los lleva a cabo un grupo pertenecientes a uno de los partidos políticos vinculado a la salida de Cataluña de España, es decir, ser un país independiente del resto de la península Ibérica.
El problema está en que en otras regiones, como el País Vasco, también quieren inventar, al igual Valencia, y otros, sin tener en cuenta que si el turismo cae, también se llevará de encuentro a una serie de empleos, pues justo el turismo es una importante fuente de trabajo, la llamada Industria sin Chimeneas aporta en este país miles de ocupaciones laborales, ayudando a salir a España de la crisis económica que le ha afectado en los últimos años.
No entienden razones de que los visitantes quieren simplemente disfrutar, que gastan su dinero para estar tranquilos y conocer lugares interesantes, no quieren violencia, justo por esto, Francia, que hasta hace un par de años era la líder del turismo europeo, por causa de varios actos de terrorismo perdió su supremacía.
Eso mismo puede pasarle a España, un país que luego de su guerra civil quedó en la miseria y, justamente el turismo le ayudó a salir del hoyo negro en que se encontraba.
Los periódicos ingleses, alemanes y otros, cuentan los hechos vandálicos ocurridos en Barcelona, las consecuencias son fáciles de imaginar. Barcelona figura entre los ochos lugares en el mundo donde más odian a los turistas, según publicaciones internacionales.