Muchos dominicanos tienen la percepción de que la captura de José Figueroa Agosto, más bien fue un acto de entrega motivado por varias razones, entre ellas, que se sintiera acorralado o simplemente que haya logrado un acuerdo con las autoridades boricuas.

Quienes conocen Puerto Rico, saben que es un territorio muy pequeño. La gente no se explica cómo el llamado Junior Cápsula pudo  burlar, durante largo tiempo, la búsqueda de organismos de alto nivel, de un Estado  Asociado al imperio más poderoso del mundo.

Figueroa Agosto no sólo caminaba por las calles de Santurce, sino que también compraba en exclusivas tiendas del Condado, una zona de San Juan, dizque sin que las autoridades se percataran de ello. Es extraño, sobre todo, teniendo en cuenta que este señor, hace unos años estuvo en una prisión de alta seguridad esposado con grilletes de arriba bajo, y de manera incomprensible quedó libre, posiblemente, gracias a las gestiones de algún poderoso boricua.  Entonces vino a República Dominicana y durante una década vivió en la opulencia, como todo un pachá, en mansiones y apartamentos lujosos, rodeado de atractivas mujeres, sin que nadie le molestara.

Si no es  porque a su compañera sentimental, Sobeida Félix, le encuentran unas maletas con casi cinco millones de dólares, de seguro que hasta la fecha de hoy día, el llamado Junior Cápsula estaría aquí suelto, dirigiendo sus operaciones narcóticas y mil diabluras más.   El “fresita” boricua se dejó arrestar como mansa paloma. Es contradictorio  que saliera a las calles con una peluca canosa y sin embargo, tenía al descubierto los tatuajes de sus brazos que le identifican a metros de distancia. Son pocos los que creen que con el arresto de Figueroa Agosto caerá toda la red vinculada a este narco, este apresamiento servirá simplemente de base para continuar con este circo que entretiene y ayuda a ocultar problemas como el dengue.  Agosto y sus poderosos cómplices se las arreglarán  para que la verdad  no salga a la luz pública.

Solamente sonarán los chivitos. Los demás, muy bien, gracias.

Cuando apresaron a Quirino, todo el mundo creyó que se conocería  su red por completo, y no ha sido así. Ese caso ya ni se menciona, pese a que se habló mucho de extradiciones a fulanos y a menganos.