¿Cuándo fue que vendieron a República Dominicana? Es una pregunta que muchos se hacen, pues solamente así se puede entender que una entidad extranjera, supuestamente “caritativa”, se atreviera a financiar la construcción de un barrio para alojar residentes indocumentados en nuestro territorio, bajo la excusa de la compasión.

Sucede y resulta ser, que varios millones de dominicanos viven aquí en extrema pobreza y nadie se compadece de ellos. Cientos de miles se han visto obligados a abandonar el país, entre ellos muchos ilegales, sin embargo no encontraron “ángeles piadosos” que les construyeran asentamientos para mejorar su situación en países de temperaturas frías, ni siquiera un abrigo que los calentara.

Todo lo contrario, los inmigrantes ilegales dominicanos han tenido que pasar las mil y quinientas, escondiéndose de las autoridades de Migración, pasando hambre, frío, soledades y mil cosas más, pues esas naciones persiguen como perros rabiosos a los que llegan a sus territorios sin tener papeles legales.

Hay que ver cómo en algunos países europeos los militares tienen orden hasta de matar a todos aquellos inmigrantes ilegales que tratan de penetrar las costas del Mediterráneo en las llamadas pateras, muchos se ahogan, de la misma manera que también les ha sucedido a dominicanos.

Está bien, como dijo monseñor De la Rosa y Carpio, que se ayude a los haitianos, que se les construya viviendas, pero que se les haga en su propio país.

Lo que pasa es que para los planes de los “caritativos y humanitarios”, no es conveniente, ellos quieren edificar otros asentamientos en San Cristóbal y Barahona.

Particularmente me pregunto: ¿Qué pasaría si alguien se atreviera a construir un asentamiento de dominicanos ilegales, en Canadá, Estado Unidos, Francia, Inglaterra?. Me gustaría saberlo.

Los dominicanos, con toda la razón del mundo se sienten muy molestos con lo que está sucediendo en el país. Quieren saber quienes dieron la orden de construir, hace unos ocho años, el asentamiento haitiano en Los Algodones, Puerto Plata, donde solamente, según datos, en ese lugar viven apenas dos dominicanos, el resto, unos mil 200 son haitianos en su mayoría ilegales.

No entiendo cómo es que luego de tantos años, ahora es que se descubre lo de Los Algodones.

Los dominicanos percibimos que en nuestro país están pasando cosas raras que lo perjudican y a su gente.