Anteriormente el color era utilizado muy discretamente en la decoración, y las tonalidades más recurrentes eran los pasteles, además del blanco y los cremas. Hoy en día, los expertos tienen más libertad para crear haciendo que incluso los menos experimentados inventen con algunos colores y logren resultados sorprendentes.

Así llegamos a la libertad de expresión tan necesaria en la rama en cuestión y que tanto ha beneficiado los hogares, porque se han podido hacer cosas novedosas a favor de un ambiente más agradable.

Por ejemplo, Rosa María Gómez es una artista del color, de los materiales, de las formas y de las ilusiones. De una sola idea saca un universo de posibilidades, porque ella sencillamente da riendas sueltas a la gran imaginación que tiene y la que cada día cultiva desarrollando su ingenio.

Siempre habrá la posibilidad de renovar un espacio, e incluso muchas veces poco aprovechado, y convertirlo en el punto de reunión preferido de familiares y amigos. Así también otras áreas que cambiarían para bien con algunos toques de color.

En una de estas imágenes vemos como una pared rústica y simple puede convertirse en una obra de arte digna de ser admirada. Solamente Rosa utilizó pintura, brochas y un pincel y enseguida le impregnó su sello personal.

Pero cuando ella explica que trabaja diferentes materiales y juega con ellos, porque no hay límites a la hora de crear, se entiende el hecho de que pueda lograr tantos detalles encantadores para el hogar.

Cada día son más los que valoran el valor del color y la pintura en la decoración, logrando que manos expertas busquen nuevas formas de expresión y extienda pinceladas de color en todos los objetos que visten los espacios.

Rosa María Gómez no tiene preferencias cuando se trata de crear, por eso en cualquier superficie y material logra un buen detalle. Hierro, madera, cemento, aluminio, además de que también trabaja con cera en la elaboración de una gran diversidad de velones. Lleva varios años ofreciendo clases tanto particulares como en Manuarte.