En las edificaciones coloniales aparecen estructuras que fueron elementales en las cotidianas necesidades del hogar de nuestros ascendientes. Son los pozos que suministraban el agua. Muchos de ellos al estar en los patios de las principales casas de nuestra historia urbanística, se muestran a los turistas en todos sus detalles.

[b]Pozo de las Casas Reales[/b]

Uno de los pozos admirados por los turistas es el que está ubicado en el patio del Museo de las Casas Reales, situado en la calle Mercedes esquina Las Damas, el cual es el único que conserva en su parte superior un armazón metálico para sacar el líquido.

Está construido en ladrillo, en forma pentagonal, sobre una base cuadrada, en la cual se observa un curioso detalle: su brocal tiene un grueso marco de hierro galvanizado. Su alto está ornamentado con líneas curvas, que enroscadas de izquierda a derecha se elevan circularmente y del tope se unen a una cruz.

De la parte central pende la polea, que tiene encajado un gancho curvo, cuyo final sostiene en el medio una larga palanca que oscila, terminada en una ancha curva por donde montaban lleno de agua un pesado cántaro para levantarlo. También de ese mismo centro hay otro gancho el cual sostenía cualquier envase.

[b]Pozo en Casa del Arzobispado[/b]

Otro curioso pozo es el que está en el patio del edificio del Arzobispado (antigua Casa del Sacramento), situado en la Isabel La Católica esquina Pellerano Alfau.

Este se aprecia introducido en el muro de al lado del pasillo, por donde también se sube al segundo nivel. Es ovalado y está construido de ladrillos. La pared frontal mide un metro de alto y la de atrás dos; pero, esta parte fue construida circularmente. Desde su medio se levanta un arco del mismo material.

Debajo, las paredes son de piedras y argamasa. Por su centro cruza una cañería antigua de barro cocido y tiene un hondo de unos seis metros.

[b]Pozo en Casa del Tostado[/b]

La Casa del Tostado, situada en la Arzobispo Meriño esquina Padre Billini, conserva en su patio un pozo semicircular medianero, o sea que comparte la mitad con la casa del al lado.

Construido de piedras y argamasa, con el brocal bordeado de gruesos ladrillos hispanos.

En el muro tiene incrustado un pequeño madero, en el cual estaba la polea por donde pasaban la soga que manualmente, con un cántaro sacaban el agua. Actualmente carece de agua.

[b]Los pozos del Alcázar de Colón[/b]

En el patio del Alcázar de Colón existen dos pozos, uno construido en forma pentagonal de piedras y ladrillos, con un brocal donde las rocas son más gruesas, ya muy destruidas. Adentro su pared está empañetada y su concavidad es de unos seis metros de alto. Tapado con una fuerte reja de hierro. El otro que es cuadrado y lo divide al lado un muro de piedras. Está enladrillado, es poco profundo y lo tapa unas barras de hierro.

[b]Pozo de Iglesia de Santa Bárbara[/b]

En el templo de Santa Bárbara, que está situado al final de la Isabel La Católica, entrando por el lado izquierdo, se encuentra un alto pozo construido en gruesos ladrillos españoles en forma pentagonal, montado en base cuadrada.

El enladrillado que exhibe en su parte superior, horizontalmente, está disparejo, pero amplia más su brocal. Su antepecho, al ser tan grueso tiene una fuerte tapa de hierro galvanizado de media pulgada de espesor con gruesos goznes, pestillo, agarradera y un portacandado.

[b]Pozos en el Callejón de Regina[/b]

En la fachada de la casa número 26 del callejón de Regina, hay dos pozos bajitos, ambos construidos de piedras. Uno pequeño, a la izquierda, semicircular que sobresale de la pared con un brocal y arco enladrillado y otro redondo bordeado con el mismo material. Estos, al estar sin tapas, los rodea una verja de hierro. Asímismo, aparecen otros en viviendas particulares de antaño.