Hoy 
POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
Algunos de los aspectos frontales en edificios de antaño más llamativos son aquellos que presentan un decorado estructural totalmente distinto a las demás.
En la calle Arzobispo Meriño número 353 aparece uno de los edificios de dos niveles de la época repúblicana más atractivo, perteneciente a Saint Amad, cuya fachada presenta unas líneas estructurales con unos preciosos detalles artísticos, únicos en la Zona Colonial
En ella se pueden observar cuatro puertas, tres de ellas altas, cuyos marcos laterales se unen a la parte de abajo del balcón.
Mientras que la puerta más estrecha y baja, en lugar de marco tiene dos pequeñas columnas góticas, arrimadas a la pared, en cuyos centros se pueden observar tres ranuras verticales.
Otros de los elementos decorativos singulares son unas molduras que están en los laterales de la pared, las cuales, partiendo del borde vertical van formado bloques cuadrados sobresalientes los cuales divididos repiten la misma combinación unos de otros.
De la misma manera, en el primer nivel se aprecian unas franjas que lateralmente se unen a las puertas.
En el segundo nivel aparecen cuatro balcones con balaustres de hierro de ornamentación neoclásica.
Cada uno debajo tiene dos soportes curiosamente formados por bloques de mármol blanco que iniciados onduladamente tienen círculos con remates enroscados. En el medio aparece una gruesa moldura redonda que lo rodean. Éstos encierran en la pared de abajo una ornamentación también de mármol blanco formada por una gruesa moldura que va enroscándose en círculos y en cuyo medio se aprecia el engarce de un redondel ahuecado y en los laterales aparecen dos cintas abiertas.
Los balcones del medio tienen una puerta altísima, cuyos marcos lisos de mármol también blancos, se unen curvadamente a una doble moldura sobresaliente. En el centro tiene un óvalo que encierra el altorrelieve de una roseta desde donde baja otra moldura curva estriada.
En lo alto de cada una las puertas centrales de los balcones aparece un curioso marco curvado, debido a que éste, al unirse en la parte superior, desde el medio, baja una moldura que divide la puerta en dos, con vidrios montados elegantemente en forma de rectángulos.
En cambio, las de los lados en la parte superior tienen el marco curvo y sus vidrios están montados disparejos en el medio.
El frente, antes de llegar a la parte superior, presenta cuatro bloques sobresalientes con molduras de mármol blanco formando cada uno un óvalo, los cuales penden de otro pequeño redondo. Éste, en la parte de abajo, se enlaza a otro vertical que tiene pequeños globitos laterales.
Más arriba, en los lados, se observan siete largas molduras sobresalientes, las cuales debajo tienen varios bloques cuadrados, entre los cuales aparecen arriba unos soportes formados por círculos enroscados con estrías, y abajo tiene una franja de moldura horizontal. Éstas igualmente prolongadas, doblan invertidamente de ambos lados y retroceden para unirse en medio del alto y forman un amplísimo arco.
El techo es curioso
Curvatura que en el remate tiene el curioso adorno de una moldura elevada con curvas laterales que se unen centralmente y en cuya cima hay el altorrelieve de una flor de lis.
Sin embargo, la misma encierra el espacio de la pared donde se encuentra un precioso altorrelieve de un óvalo formado por molduras laterales onduladas en cuyo centro aparece el escudo español que le remata una corona.
Ya en ambos lados de la altura se pueden apreciar dos balcones de techos curiosos. Estos, en lugar de balaustres, lo que tienen es un bloque redondo con huecos formados por triples hojas ovaladas.
