El destacado abogado Danilo Caraballo, al igual que todos los capitaleños, se lamenta del deterioro visible que muestra el Cementerio Cristo Redentor, un camposanto que fue construido en tiempos del doctor Joaquín Balaguer, con la finalidad de que los residentes en la capital tuvieran uno de calles amplias, hermoso, limpio, en fin con todos los elementos que debe poseer un cementerio, donde la gente se sintiera segura de haber enterrado a sus difuntos sin ningún tipo de sobresalto.

Pero en el Cristo Redentor sucede todo lo contrario, pues la voz del pueblo comenta que muchos de los cadáveres, luego de sus sepulturas, son objetos de actos vandálicos, pues le sacan de sus nichos para robarles las ropas, y hasta la caja, dejándolos tirados de mala manera.

Estos hechos, posiblemente sean las causas del auge de los cementerios privados, lugares bien cuidados, llenos de paz y belleza natural, donde los difuntos están seguros descansando en paz en lo que supone que es su última morada en la Tierra.

En una carta enviada al síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, el doctor Danilo Caraballo le expresa que en el Cristo Redentor existe una mafia organizada, es decir, hay grupos a quienes obligatoriamentes los familiares de los difuntos allí enterrados tienen que pasarles un dinero mensual, y de no hacerlo a las tumbas, principalmente los panteones, les rompen los vidrios, las puertas, en fin un desastre, pues les roban hasta los recuerdos que han dejado los deudos.

El doctor Caraballo le ha solicitado a Salcedo no solo acabar con esa mafia y todo el vandalismo del que se escenifica en el Cristo Redentor que sirve de guarida a delincuentes, sino también que disponga de la construcción de la verja perimetral de dicho camposanto, pues la ausencia de ésta permite la profanación de tumbas y panteones.

Además, alega el doctor Caraballo, que la hierba es de tal magnitud que sirve como pasto de ganado e impide la localización de tumbas y panteones. Dentro de poco se celebrará el decimosexto encuentro de la real iberoamericana de gestión y valoración de cementerios patrimoniales y sería bueno que el Cristo Redentor, al igual que los demás camposantos del país, logren sobre todo acabar con la arrabalización, la basura, y que no sean guarida de maleantes.