El castigo por corrupción es abismal entre las naciones del llamado primer mundo, con los países que están en vía de desarrollo, como la gran mayoría de los de Latinoamérica, en los que la impunidad impera sobre la justicia.
Europa, Estados Unidos, Canadá, han dado ejemplos de castigos severos para aquellos que han transgredido la ley, en materia de enriquecimientos ilícitos, a través de fraudes, malversación, prevaricación, sobornos, tráfico de influencias, extorsiones, lavado de dinero, narcotráfico y otros, hechos criminales por los que han sido condenados funcionarios públicos, políticos de importancia y otros personajes.
Precisamente, varios de estos delitos fueron las causas por las que recientemente tuvo que abandonar la presidencia de España Mariano Rajoy, luego que su partido, el Popular, fuera condenado por actos de corrupción, pese a que al propio Rajoy nunca, hasta la fecha, ha sido imputado por delito alguno.
Una moción de censura a su partido, y a su gobierno acabó con su mandato, salpicado por varios de sus funcionarios vinculados a tramas que les enriquecieron ilegalmente, dando paso al partido opositor, el Socialista Obrero Español, PSOE, que dirige hoy a España en la figura de Pedro Sánchez.
Otro gran ejemplo, es el ingreso ayer a prisión de Iñaki Urdangarin, yerno de los reyes eméritos Juan Carlos de Borbón y doña Sofía, quien ha sido condenado a cinco años de prisión por delitos como tráfico de influencia, blanqueo de capitales, malversación, prevaricación, delitos fiscales y otros.
El cuñado del rey Felipe VI y esposo de la Infanta Cristina, no pudo librarse de la humillación de la cárcel, y sus consecuencias. Sus familiares reales, o amistades influyentes no pudieron ayudarle. Incluso la misma infanta Cristina se salvó “por los pelos” de entrar en prisión. Todo esto significa lo que dijo en una ocasión el rey Juan Carlos: “La justicia, es igual para todos”.
Hoy día, las cárceles españolas tienen como huéspedes a figuras que fueron importantes, la mayoría políticos . También ha habido otros de oficios diferentes como la cantante Isabel Pantoja, dos años encarcelada por blanqueo de capitales, cuando era la amante del alcalde de Marbella, Julián Muñoz.
Los países donde no se castiga la corrupción no avanzan, pues la corrupción es como un comején que se come la justicia, los cuerpos de seguridad, la educación, sanidad, en fin a toda una sociedad, que pierde hasta la dignidad.