MADRID, ESPAÑA. La reina de Suecia, Silvia, dice sentirse orgullosa de su nuevo yerno, Chris O’Neill, un financista austríaco, residente en Estados Unidos, quien hace apenas unos días contrajo matrimonio con su hija la princesa Magdalena. “Chris es el yerno con que toda madre ha soñado”, ha manifestado  la reina Silvia, algo muy similar a lo que se decía de Iñaki Urdangarin, el esposo de la infanta Elena, quien ha resultado ser tremendo alacrán, acusado por supuestos escándalos de corrupción, como apoderarse de fondos públicos, malversación, tráfico de influencias, entre otras cosas que podrían llevarle a la cárcel.

Años atrás, quién les diría a los reyes Juan Carlos y Sofía que su flamante yerno, tan aparentemente caballero, elegante, rubio, de ojos azules, muy apuesto, deportista, proveniente de familia decente, considerado no sólo por la familia real española, sino también por una parte de la población de este país, como “el esposo perfecto”, es como decimos los dominicanos tremendo tíguere, quien por su ambición, a diario es noticia de primera plana en los medios de comunicación. Cuando Urdangarin contrajo matrimonio con la infanta Cristina,  el Rey Juan Carlos de Borbón le concedió el título de Duque de Palma.

En el caso del esposo de la princesa Magdalena de Suecia, también su progenitor, el Rey Gustavo, le quiso dar un título real, pero O’Neill no lo aceptó, alegando que no quiere ningún tipo de problemas, pues desea  seguir haciendo sus negocios, que según investigaciones se supo que O’Neill tenía empresas en paraísos fiscales. Es posible que el esposo de la princesa Magdalena tenga muy presente el caso de Urdangarin, pues no es igual hacer negocios siendo Duque de Palma, que sin un título real. Es un hombre  igual que Urdangarin con buena apariencia física.