MADRID, España.– La semana pasada, los noticiarios españoles abrieron sus ediciones con imágenes deplorables de toneladas de plásticos, basura amontonada en las costas de Santo Domingo, justo en los momentos cuando más de 50 países están llevando a cabo medidas urgentes para combatir la basura en los mares, que afecta seriamente a todo el medio ambiente del planeta Tierra.
La República Dominicana lleva años tratando de solucionar el problema, pero, lo cierto es que las instituciones encargadas de frenar el lanzamiento de basura en el mar no han podido implantar medidas drásticas, efectivas al acumulo de materiales desechables en sus mares, ríos, y playas, que han hecho famoso a nuestro hermoso país caribeño, que no acaba de ser cuidado, valorado por las autoridades competentes, como se merece cualquier joya de un paraíso tropical, con una naturaleza envidiable.
Las organizaciones de las Naciones Unidas y Medio Ambiente, alarmadas por la situación mundial al respecto, han lanzado una amplia campaña denominada Mares Limpios, principalmente de materiales plásticos, que tardan años en destruirse y pueden exterminar a todas las especies marinas, de tal forma que muchos señalan que dentro de ocho años, en el mar habrá más plástico que peces.
Recientemente, en la costa sureste de España, fue encontrada muerta una ballena que había ingerido unos 30 kilos de basura, que fueron encontrados en su estómago inflamado, un hecho, que cada día se repite con mayor frecuencia.
En España, desde hace unos días ya hay que pagar por las bolsas plásticas, y se ha fijado que dentro de un par de años desaparecerán del territorio español, al igual que muchos otros envases plásticos.
En los últimos años se vienen realizando amplias investigaciones acerca de la presencia de microplásticos en el pescados y mariscos, y cómo estos materiales pueden afectar la salud de los consumidores, amén de que millones de personas pueden descartar en sus dietas diarias el consumo de los productos del mar, que son tan importantes para la subsistencia de los seres humanos.
De continuar el daño a los mares, entonces será necesario ampliar las granjas de acuicultura certificadas que llevan a cabo las crías de pescados y mariscos en grandes estanques artificiales, los que muchos aseguran que tienen los mismos nutrientes que los provenientes de la pesca en el mar, o en lugar de pedir un mero a la plancha, comeremos un filete de plástico a la Menier.