Detalles estructurales en arcadas citadinas

Detalles estructurales en arcadas citadinas

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
La ciudad de intramuros conserva monumentos antiguos cuyas fachadas tienen arcadas con curiosas formaciones. Una de ellas está en la calle Arzobispo Meriño esquina El Conde. Se trata del edificio del Palacio Consistorial, el cual data del año 1861.

Su fachada, que tiene la única arcada formando un ángulo recto, posee en cada lateral cinco arcos de medio punto y uno escarzano en el vértice curvo esquinero, surgidos de dos pilastras cuadradas, con la diferencia de que el de la esquina en los lados tiene arrimadas la mitad de dos columnas jónicas redondas paralelas.

  Igualmente las tienen los arcos centrales de los laterales, pero con una sola columna, y en los arcos que están en El Conde, tres de los cuerpos de pilastras presentan una bombilla chata redonda, única en un sitio así para alumbrar.

  En la calle Isabel La Católica el Palacio de Borgellá, que data del 1823, posee una arcada doble al tener otra arriba. Está sobresaliendo de la acera hacia la calle y tiene cinco arcos escarzanos de cuatro y medio metros de ancho, sostenidos por dos altas columnas dóricas con cinco metros de alto, las cuales tienen la mitad de su cuerpo  adosado. También es singular al tener un suelo con escalinata de tres peldaños.

  Sin embargo, adentro de la segunda terraza de la escalinata situada en el inicio de la calle El Conde, construida en el primer centenario de la República, se aprecia la arcada más curiosa de toda la Zona Colonial.

  Está formada en un cuerpo de gruesas piedras talladas con cinco arcos rebajados, los cuales son los únicos ciegos al tener sus fondos cerrados con el mismo material pétreo.

  Cada arco tiene dos y medio metros de ancho y en sus lados hay una pilastra cuadrada la cual inclinadamente sobresale hacia delante con menos de un metro de amplitud.

  Y en la calle Colón la edificación del Museo de las Reales Atarazanas, único edificio de ese tipo en América que data del siglo XVI, tiene otra arcada que sobresale a la calle.

  Este monumento colonial presenta un cuerpo empañetado de mampostería con cuatro arcos de medio punto enladrillados, cuyo ancho es de cuatro metros, los cuales surgen de dos columnas redondas de piedras labradas. Cada arco de  las que miran al sur y al norte, desde la mitad de un cuerpo pétreo, cuyos vértices esquineros tienen dos metros de ancho,  tiene cinco metros de ancho.

  El techo de esta arcada está cubierto de tejas planas y la parte que corresponde al frente presenta dos canaletas.

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